domingo, 21 de octubre de 2012

Unidad para APUDONS

UDISTAS
Región, 17-10-2012, p.18


Ramón Ochoa*

Desde la realización de las elecciones en la Asociación de Profesores del Núcleo de Sucre (APUDONS) en mayo de 2008, los diferentes sectores democráticos de este Núcleo nos planteamos la necesidad de integrarnos en una plancha unitaria para dirigir nuestro gremio, desde entonces en manos oficialistas.
Diversas gestiones y esfuerzos se orientaron decididamente hacia la integración que permita rescatar APUDONS para una gestión verdaderamente gremial, y no como en la actualidad, que sirve como trofeo en la vitrina electoral del gobierno, y de eco reproductor de la propaganda oficialista. La actual gestión no cumplió sus promesas ni con su papel fundamental de defender los derechos de los agremiados (ni siquiera fueron capaces de organizar la tradicional fiesta de fin de año). Ya en esta columna nos hemos referido al triste papel de la actual junta directiva al mediatizar las demandas y protestas de los docentes, en medio de un contradictorio juego de aparente de apoyo de los reclamos de FAPUV y un contubernio con los dictámenes gubernamentales.
En Udistas estamos conscientes de la responsabilidad que tenemos en el logro de la unidad y por ello nos hemos comprometido a trabajar en esa dirección, independientemente de los sacrificios necesarios para su consolidación. Por ello celebramos que los sectores democráticos de la UDO Núcleo de Sucre integremos una plancha unitaria para los comicios de diciembre en la asociación de profesores.
Nos planteamos una gestión que, fundamentada en la defensa de la autonomía universitaria como un valor indeclinable e irrenunciable, promueva el reconocimiento del pleno derecho de los profesores contratados, la defensa firme del cumplimiento de los lapsos para la apertura de los concursos por oposición, la instrumentación de programas destinados a resolver la necesidad de vivienda en nuestros agremiados, así como el diseño y desarrollo de una política de promoción para sostener una docencia e investigación de calidad. De igual modo aspiramos que nuestra gestión impulse una programación cultural diversa, constante y coherente con nuestra condición docente y universitaria Nos comprometemos a luchar por la actualización y firma del acta-convenio entre la Asociación de Profesores (APUDO) y la Universidad de Oriente.
¡Unidos construiremos una gestión gremial con todos y para todos!
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* Prof. Dpto. Psicología e Investigación Educativa UDO-Sucre

jueves, 11 de octubre de 2012

7 de octubre: nuestros desafíos



                                                                                                                                                                                      Grupo Udistas

La reelección presidencial nos coloca, como grupo de opinión y acción política de nuestra universidad, en la necesidad de reflexionar sobre la realidad que se instaura a partir de los resultados del 7 de octubre.
Lo primero que tenemos que decir es que estamos obligados a persistir en la observación, la denuncia, la crítica y el trabajo de transformación que nos impone la realidad, tal como lo hemos venido haciendo durante los últimos años con el compromiso y la decisión de mantenernos en un ánimo sereno, firme, académico.
Con  todo el respeto que tenemos por la decisión del 54 % de la población, estamos obligados a decir que seguimos en presencia de una democracia distorsionada donde se usufructúan los recursos del Estado para obtener resultados electorales favorables, a costa de la vulnerabilidad de algunos sectores sociales  que son utilizados en sus desventajosas condiciones de vida. No podemos abordar en estas líneas  la complejidad de tal realidad y no queremos reducirla; el compromiso sigue siendo reflexionarla.
Los resultados electorales demuestran la existencia de dos formas de pensar el país. Creemos que a partir de ahora pueden acentuarse fenómenos de intolerancia, restricción de libertades públicas, obstrucción de la participación democrática. Desde nuestra visión, centrada en las ideas de futuro y progreso, lo anterior implica mayor deterioro de  las reservas ciudadanas, morales y espirituales del país.
Estamos seguros de que todo esto se reflejará, como en un espejo, en situaciones muy concretas de la vida universitaria: ¿qué pasará con nuestros sueldos y condiciones de previsión social? ¿Qué sucederá con los convenios colectivos paralizados desde hace tantos años? ¿Cuál será el destino de nuestras prestaciones sociales y pasivos laborales? ¿Cuál será la suerte de la autonomía universitaria? En definitiva, en un panorama como el que se perfila, instamos al lector a que se pregunte cómo sobreviviría la universidad manteniendo su espíritu plural, su carácter democrático y su calidad.
Como universitarios debemos demostrar nuestras capacidades para sortear situaciones complejas como la que vivimos, y exhortamos al mantenimiento de una posición crítica en defensa de los ideales de la universidad libre, ahora más que nunca comprometida con el futuro y con la construcción del país. Como grupo, desde ya, asumimos la lucha por el rescate del gremio de los profesores universitarios en el Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente, instancia fundamental para la consecución de nuestras reivindicaciones y la defensa del espíritu universitario.

Ese camino que construimos todos


  Región, 03-10-2012, p.10)

Adriana Cabrera*
El camino es la posibilidad del viaje, es el cambio, es símbolo de libertad. Cuando el Quijote salió por los caminos del mundo, lo hizo con un propósito noble: “desfazer entuertos”. Como escritora y profesora no puedo sino sentir afinidad con la visión de Henrique Capriles, que ha escogido la amable y emocionante figura del camino como emblema de su programa. Nos invita a todos a caminar junto a él para, como decía Antonio Machado, construirlo paso a paso, mientras andamos. Frente al personalismo y la violencia, frente al puño cerrado que demuele, Capriles ofrece un camino ancho donde cabemos todos.
Discutía recientemente con un alumno cómo, durante los últimos años de este régimen, he visto desdibujarse de la conciencia de los más jóvenes palabras como democracia, libertad, pluralidad; tan preciadas para los venezolanos y por las cuales nuestros abuelos no hace mucho pagaron tributo de sangre. Por las cuales, hoy, muchos venezolanos pagan sangre y cárcel. Estas palabras, que representan valores democráticos, han sido sustituidas por etiquetas enfermas de odio: apátrida, burgués, escuálido (la lista es larga y conocida, desgraciadamente). Palabras que quieren borrar la identidad del otro hasta desaparecer el sentido de lo que nos hermana y hace libres, así como el derecho a ser diferentes y a pensar por nosotros mismos. He visto la maravillosa lengua de Cervantes convertida en una retahíla de consignas que esclavizan el pensamiento. Pero incluso por encima de ese dolor, he visto otro dolor mayor desde mi perspectiva humana y profesional: fomento de la mendicidad, atropello de la dignidad, amedrentamiento como garantía de fidelidad política, comercio de la necesidad. He visto el empoderamiento de la violencia, y sé que ninguna cultura se construye bajo el imperio de la necesidad ni bajo el imperio de las balas.
Pero también sé que educación y cultura son armas sumamente efectivas para combatirlas, si existe la voluntad política para hacerlo. En Colombia, para no ir muy lejos, se logró bajar con éxito la criminalidad de Medellín, una de las ciudades más violentas de ese país, con escuelas, bibliotecas, música y otros planes de difusión y formación artística. Conversando con mi alumno le decía que lo que me gustaba de la imagen del camino como emblema de una visión era precisamente lo que lo distinguía del callejón que representa el régimen actual —en catorce años ya sabemos cuál muro encontraremos al final. El camino, en cambio, es la posibilidad de soñarnos y de reinventarnos de mejor manera.
Henrique Capriles ha puesto la palabra futuro en ese camino, ha puesto la palabra libertad, la palabra unión, la palabra paz, pero también la palabra educación y la palabra cultura. Para mí, estas son razones poderosas para caminar a su lado, construyendo el camino.
*Profesora Dpto. Filosofía y Letras UDO-Sucre