Prof. José A. Véliz
Dpto. Biología UDO-Sucre
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REGIÓN, miércoles 04 de abril de 2012 / p. 14
Existía la noción de que el núcleo del átomo era único e indivisible; esta premisa quedó obsoleta cuando se demostró que al romper el núcleo se podía liberar una gran cantidad de energía. Descubrimos así el arma más temida de todas: la bomba atómica, aquella que solo hubo que probar una vez para demostrar su poderío.
También pensábamos que el Núcleo de Sucre, como núcleo primigenio de la Universidad de Oriente, sería único e indivisible. En eso también nos equivocamos. La primera fractura vino con la creación de la extensión de Carúpano. Luego, dentro de Cerro Colorado, cada coordinación se convirtió en un núcleo, donde cada parte, en vez de funcionar como un solo organismo, asumió una autonomía inapropiada que devino en paralización del sistema. ¿Se entiende?: el Núcleo de Sucre inmovilizado, parado en el mismo punto, cual hormiga que, por muchos pasos que da, se ve devuelta por el viento a su punto de partida; su andar es un desandar eterno. En este Núcleo, una minoría de estudiantes, profesores, empleados y obreros se echa al hombro la Universidad y hace que ésta funcione, luchando con un lastre que los hunde y hunde…
No sé si es una mala percepción, pero a veces siento que nos juzgan idiotas. Por ejemplo, ¿alguien me puede explicar cuál es el propósito de que, en una suerte de juego a la redundancia informativa, la rectora, vicerrectores, decano y hasta los presidentes de sindicatos envíen mensajes donde dicen que tal o cual día entraron recursos, o cancelarán tal o cual deuda? No entiendo cómo puede ser materia de fiesta nacional que digan que van a pagar puntualmente tal quincena o el 20% del 50 % del bono vacacional del año cuál. Los destinatarios nos alegramos porque, en la miseria en que estamos sumergidos, pensamos que salimos a flote temporalmente, pero el salvavidas de plomo sigue ahí, hundiéndonos. ¡Eso es entendernos como idiotas!
Pienso que el envío de mensajes de texto, personalizados además, donde se nos avisa que ya están listos los recursos es una forma de promocionarse, a expensas de nuestras miserias, utilizando imaginarios y ridículos “logros”. Esta táctica desesperada es la muestra de la ineptitud del gobierno “revolucionario” y de la ineficiencia de unas autoridades que deberían exhibir los logros de su efectiva contundencia a la hora de reclamar ante el Gobierno central nuestras reivindicaciones. ¿Qué pasaría si las autoridades rectorales de todas las universidades se decidieran a no aceptar el bozal de arepa impuesto y se determinaran a no admitir recursos incompletos? Nuestras autoridades parecen pensar que no ocurriría nada y sus acciones indican que prefieren aceptar lo que envían. Así, una vez más, hacemos el idiota.
Estamos llenos de quejas y carencias: que si nuestras condiciones de trabajo, que si nuestras condiciones de vida y de subsistencia… Estas mareas ocupan nuestros pensamientos, y la preocupación por impulsar un cambio en la Universidad nos parece una tarea titánica.
Con todo, seguimos convenciéndonos de que cambiaremos las cosas (esta vez sí haciendo el idiota conscientemente). Recuperar las partes del todo y hacer que funcionen debe ser la tarea primordial de quien dirija nuestra Universidad, y los actos administrativos que en derecho corresponden no deben ser materia de “mensajitos” ni de la algarabía impropia de quienes se sienten más “vivos”, sino la prueba fehaciente de que el sistema puede funcionar.