REGIÓN, miércoles 02 de noviembre de 2011/p. 14
Prof. José Malavé M.
Dpto. Filosofía y Letras UDO-Sucre
udistasns@gmail.com
http://udistasns.blogspot.com
A más de un año de vencido su periodo de ejercicio legalmente establecido (2 años, según estatutos), seguimos desconociendo la propuesta de gestión y los planes de la junta directiva de APUDONS electa en mayo de 2008.
Varias veces en esta columna, espacio para la expresión del pensamiento crítico del profesor universitario udista, hemos señalado las fallas de los actuales directivos, particularmente de los ocupantes de los principales cargos. Desde un primer momento advertimos que su identificación político-ideológica con el gobierno nacional los llevaría a ignorar, frenar o atenuar las acciones que con firmeza y diligencia debemos ejercer en defensa de nuestros derechos y reivindicaciones, cada vez más desconocidos por el régimen chavista. Que su vinculación con las autoridades decanales, a su vez comprometidas con el sector gubernamental nacional y estadal, obstaculizaría los reclamos necesarios a realizar ante aquellas. La historia de la gestión reivindicativa de tales directivos durante estos tres años confirma lo que había sido prevenido: retardo en la comunicación de las acciones decididas por el gremio a nivel nacional, o escamoteo de dichas acciones, carencia de propuestas propias para afrontar las violaciones de nuestros derechos, falta de constancia o de determinación en el cumplimiento y seguimiento de las decisiones tomadas por el colectivo profesoral, etc.
Estos juicios han sido expuestos en asambleas y otras reuniones. Pero nuestra crítica va más allá de lo arriba indicado, que ya es bastante grave. Al no existir o no comunicarse públicamente una propuesta o plan estratégico, parece que la actuación de estos directivos se ha reducido al cumplimiento de la “filosofía” práctica de Eudomar Santos, el célebre personaje de la telenovela “Por estas calles”: “Como vaya viniendo, vamos viendo”.
Tal actitud no sólo se ha manifestado en la pasividad o respuesta meramente reactiva y tardía ante la conducta irrespetuosa del gobierno nacional que omite o violenta nuestras reivindicaciones (homologación salarial, primas, seguridad social, deudas por pasivos laborales, etc.); también frente a situaciones capitales como debería ser la protesta por la menguada asignación presupuestaria a nuestra universidad (¡Presupuesto justo! seguramente gritaron algunos de ellos hace unos 20 o 13 años atrás). Si hacemos memoria de pasadas décadas o escrutamos en los archivos de prensa, encontraremos que la APUDONS, con su directiva a la cabeza, jugó un papel cardinal en las luchas por el presupuesto universitario.
La falta de iniciativa, de diligencia (de proactividad, diríamos con un neologismo de uso muy común actualmente) nos atrevemos a decir que ha sido el talante de la gestión de esta directiva. Una gestión caracterizada por la nulidad en muchos aspectos. Revisemos algunos de ellos.
Ha sido incapaz de adelantar con resolución la discusión relativa a la elaboración y firma de una nueva acta-convenio; tampoco ha asumido la permanente y firme defensa de la existente, aunque ya caduca en su tiempo, todavía vigente.
Por cierto, un aspecto central previsto en tal convenio atiende a las condiciones laborales para el desempeño del quehacer docente, en específico, las que refieren al espacio donde se debe llevar a cabo. En este aspecto concretísimo deslumbra por ausencia el desempeño de la actual directiva. Por ejemplo, ¿qué ha hecho efectivamente frente al caso de las tristemente célebres “petroaulas”?
Los fondos económicos de nuestra Asociación han entrado en preocupante crisis, tal como han reconocido públicamente algunos de sus representantes, y han sido incompetentes para elaborar, proponer y desplegar un plan de finanzas que permita repotenciarlas a través de la generación de ingresos propios.
Por último, y por tocar un área de personal afinidad, la promoción y difusión cultural ha sido la gran ausente de esta gestión. Más allá de compartir o no lo hecho en este campo en administraciones anteriores, recordamos que se realizaban concursos literarios o de artes plásticas para profesores, se editaban libros y la revista Fontus (esta última al parecer fue retomada el año pasado, ya cumplido el lapso de esta directiva).
Definitivamente, los profesores conscientes del Núcleo de Sucre no podemos convalidar con nuestro voto la negligencia, el descuido, la inercia, que llega hasta el descaro cuando varios de ellos pretenden ser electos nuevamente e incluso para cargos de más alta posición.
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