Región, 31-10-2012, p.14
Marlyn Cabrera*
¿En cuál elección no se promete
un cambio? No obstante, en vista de la debacle de nuestras instituciones, ¿cómo
no reconocer la necesidad de un cambio? Y, más aún, ¿cómo no apostar a él?
Después de las elecciones del 7-O
y en vísperas de las elecciones para gobernador, los profesores de la UDO-Sucre nos
encontramos de cara a los comicios para elegir la Junta Directiva de nuestra
Asociación de Profesores (APUDONS). En tiempos de notorio descontento con la
gestión actual, el grupo Udistas hace un llamado a identificarnos con la Unidad Democrática y con la
perspectiva de cambio de la dirección gremial.
Es mediante APUDONS que se
reconoce nuestra participación gremial profesoral; ésta es el nexo orgánico que
valida nuestra evaluación y exigencias con respecto, entre otras cosas, al
quehacer académico, la dotación y administración de los espacios y de los
recursos materiales, las condiciones
higiénicas y de seguridad, todos éstos ámbitos de cuyo deterioro somos hoy
testigos no sólo los profesores sino todos aquellos quienes hacen vida en la
universidad y tienen ojos para ver.
En su abandono, nuestra
universidad existe a la par de otras tantas instituciones de educación
superior, algunas de cuya sola existencia bien sabe jactarse el oficialismo en
la propaganda que promueve hoy a un profesor jubilado de esta casa de estudios para
gobernador del estado Sucre; es ese estado golpeado por los mismos males que
aquejan a la universidad que lo vio formarse y jubilarse y a los cuales el designado
candidato, habiendo estado en posición de hacer mucho, dio la espalda en
reiteradas ocasiones durante su gestión como Ministro de Educación Superior y
Diputado de la República Bolivariana
de Venezuela.
Todavía los profesores nos
preguntamos qué fue del trato justo y de las merecidas reivindicaciones
laborales que llevan años sin hacerse efectivas. La Biblioteca Central es una
ruina aún sin ser concluida. El edificio de Ciencias sigue habitado sin que se
hayan acometido las obras recomendadas por los expertos. Las “petro-aulas” con
sus puertas rojas, alineadas en el suelo árido y falto de vegetación, siguen
sin terminarse. La ausencia del depósito
de Química de cuyo incendio nos quedó, entre otros efectos, la duda sobre la
cantidad y el destino del mercurio que se derramó, simplemente continúa.
Los procesos electorales en
puerta exigen de todos un alto para la reflexión sobre los hechos que están a
la vista y la consideración honesta de nuestras necesidades por encima de
nuestros gustos. ¿Qué necesita nuestra universidad? Pues, un cambio, para
empezar. Un cambio que permita el reclamo de soluciones y respeto a los
derechos en la universidad, la universidad de los hijos y los nietos por la
cual el gremio profesoral tiene el noble deber de velar.
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*Profa. Dpto.
Idiomas Modernos UDO-Sucre
http://udistasns.blogspot.com
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