Región, 14-11-2012, p.12
Sinergia entre gremio y academia
Hernando Herrera Mata*
En días pasados,
los profesores que formamos parte de los sectores democráticos de la
Universidad, hemos aunado esfuerzos en aras de lograr la anhelada unidad para
las venideras elecciones en la Asociación de Profesores (APUDONS), entidad
gremial que nos agrupa. Producto
de este esfuerzo, se conformó un equipo encabezado por quien suscribe optando al
cargo de Presidente, Rafael Rasse al de Vicepresidente y Herenia Coronado como
Presidente de la Asociación de Jubilados. El sentido de la unidad es el compromiso con los
colegas y con la Universidad en la construcción de un gremio moderno, dinámico
y que verdaderamente responda, no sólo a las demandas de la realidad socio-política
actual, sino también a la Academia.
Como lo sostiene
Segnini: "Academia y Gremio son dos conceptos que aparentan ser opuestos e
irreconciliables (…). El gremio se podría definir como un colectivo con una
función común, cuyos integrantes siempre están buscando mejores condiciones de
vida y trabajo. La Academia sería el cuerpo conformado por quienes se dedican a
la enseñanza y la investigación. En la Universidad, estos conceptos convergen y
la aparente contradicción deja de tener sentido, puesto que el gremio y la
academia están conformados por los mismos actores. El profesor universitario
forma a la vez parte de la academia y del gremio".
Es precisamente por
eso que los que aspiramos a dirigir la acción gremial debemos esforzarnos en enfatizar este tándem, y luchar
para que esta relación sea productiva y eficiente. La actividad académica, para
que sea productiva, no sólo debe contar con una infraestructura adecuada y
recursos materiales suficientes, sino con docentes dedicados al trabajo intelectual que sepan que sus necesidades están cubiertas. Sin embargo, la mayoría de las veces esta situación ideal dista mucho
de una realidad que en ocasiones no sólo desmejora las condiciones de trabajo,
sino que puede llegar a ser un obstáculo de la labor académica.
El gremio debe
velar para que la brecha existente entre las condiciones ideales y reales de
trabajo sea lo más estrecha posible, y la labor académica se pueda cumplir con
calidad Es importante resaltar que esta defensa del bienestar no sólo debe
centrarse en el mejoramiento económico de los profesores, aspecto fundamental
de la lucha gremial, sino proyectarse a conseguir mejores condiciones de
trabajo, de formación, de salud y de recreación. Igualmente, es necesario que
las acciones del gremio para conseguir sus objetivos, se hagan mediante el
diálogo y la concertación.
Por ello, la
sinergia entre la academia y el gremio es posible si se entiende que la acción
gremial es un mecanismo para lograr mejoras socioeconómicas de sus afiliados y
una fuerza que impulsa el desarrollo académico de la universidad.
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Prof.
Bioanálisis UDO-Sucre
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