miércoles, 20 de febrero de 2013

Elogio a la violencia y la impunidad


UDISTAS
Región, 20-02-2013, p.14

Ramón Ochoa*

El 4 de febrero pasado presenciamos un intento por glorificar el golpe de estado de febrero del 1992. Se elogió la violencia y la muerte y se justificó la impunidad. Quienes celebraban parecían no percatarse de que con tal acto nos invitaban a romper con la institucionalidad y el Estado de Derecho, cuando estos no nos gustan.
Nuestros jóvenes crecen recibiendo mensajes del “gobierno revolucionario” que dejan en claro que el fin justifica los medios y, por lo tanto, las leyes, las normas y los escrúpulos morales son totalmente prescindibles. Los psicólogos sabemos que el juicio moral no surge espontáneamente sino que se forma con la contención y la educación: la convivencia requiere acuerdos y respeto a ellos, más allá de los intereses y gustos individuales. La ausencia de contención deja puerta libre a la barbarie.
Las noticias sobre hechos violentos se repiten: “genocidio en Uribana,” “violan, decapitan y juegan con la cabeza de una indigente”, “asesinan de diez tiros a anciana secuestrada”... Los medios dan cuenta de un clima generalizado de violencia. Peor aún, violencia con ensañamiento. Mientras tanto el gobiernito permanece impasible. Pareciera que las autoridades son anuentes de este clima y que se sirven del terror que la violencia genera para desestimular la participación ciudadana y producir una apatía (que escasamente nos ocupemos de sobrevivir) que termine cohonestando este estado de cosas.
Cuando en 1992 quienes hoy gobiernan irrumpieron en la vida política nacional usaron como pretexto el mandato constitucional de “...asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las Leyes, cuyo acatamiento estará siempre por encima de cualquier otra obligación. Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán siempre al servicio de la República y en ningún caso al de una persona o parcialidad política...» Alegaban, para entonces, la obligación de “…marcar el sendero que debe seguir la institución armada en aquellas circunstancias excepcionales en que la subversión del orden constitucional y legal tiene lugar desde los poderes del Estado, a través de un Ejecutivo tiránico e ilegítimo, un Legislativo sin representación popular y un Poder Judicial corrupto y corruptor.” Decían insurgir ante “…un estado de cosas como el que hoy impera en Venezuela y la desgarra, en el que los representantes de los poderes del Estado violan de manera diaria y sistemática, la Constitución y las Leyes que juraron cumplir y hacer cumplir.”  (Citas extraídas del Comunicado del MBR-200 del 24 de junio de 1992).
Evidentemente los que antes escribieron, tan claramente, pervirtieron sus ideales, ahora en funciones de gobierno, y nos han colocado en esta especie de callejón sin salida donde la resistencia activa y la rebeldía son nuestras únicas opciones para enfrentar el caos reinante.

_______________
*Prof. Dpto. Psicología e Investigac. Educativa UDO-Sucre

No hay comentarios: