Profa. Graciela Acevedo
Dpto. Sociología
udistasns@gmail.com
http://udistasns.blogspot.com
No hubo expectativas morbosas, ni perspectivas de espontaneidad, violencia, altisonancias; ni siquiera la esperanza de un signo de atención gubernamental o civil en la celebración de la Sesión Solemne de las Academias Nacionales de Venezuela del 13 de julio de 2011. Tal vez por eso aconteció casi desapercibidamente. En esa sesión se presentó, con ocasión del año bicentenario, el libro Propuestas a la Nación -iniciativa del Consejo Inter-académico del órgano que reúne a los más reconocidos profesionales del mundo universitario de la nación-, donde se recopilan ideas y líneas programáticas necesarias para retomar (pacíficamente) la institucionalidad del país.
Donde sí hubo gran concentración de la curiosidad pública fue en la demostración que con el mismo motivo, celebración del año bicentenario, organizó el gobierno nacional. Según fuentes oficiales, miles de personas, provenientes de todo el país, se concentraron en el Paseo Los Próceres para ver a los aviones Sukhois atravesar el cielo caraqueño, sentir el estruendo de los diferentes vehículos militares de fabricación rusa o china, y apreciar la particularidad de los Tanques T72 y de los carros de combate de infantería BMP-3. La demostración de fuerza militar venezolana, que se hace tradicionalmente, contó este año con la participación de cerca de 12.500 soldados, entre los cuales se destacaron un grupo de 400 personas oriundas de pueblos indígenas y los bloques castrenses provenientes de otros países. Una pregunta rondaba como un fantasma el espectáculo y confería sentido a la asistencia: ¿Podrá el Presidente de la nación presenciar esta celebración de nuestra independencia?
La Academia Nacional de las Ciencias Políticas y Sociales, la Academia Nacional de la Historia, la Academia Nacional de Medicina, la Academia Nacional de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales, la Academia Nacional de Ciencias Económicas y la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat produjeron propuestas para atacar problemáticas que reclaman urgente solución en nuestra sociedad: la reconstrucción institucional, la necesidad de políticas públicas para la enseñanza de la historia, el estado de la salud, la pertinencia de la ciencia en el desarrollo social, la inflación y su impacto en la calidad de vida de los venezolanos y el desarrollo sostenible del país. Una conclusión del detallado estudio revela que nuestra patria está en crisis y que son necesarias las orientaciones de las comunidades académicas, profesionales y de investigación -fundamentalmente de las universidades- para iniciar las transformaciones necesarias a los fines de construir un futuro de progreso y bienestar social.
En cadena nacional desde el Palacio de Miraflores y compartiendo una pantalla dividida con el desfile en Los Próceres, el mandatario nacional, acompañado por el alto mando militar, llamó a los venezolanos a continuar la lucha derrotando en mil batallas a los que desde afuera y desde adentro pretenden debilitar la patria. Habló en nombre de Bolívar, pidiendo mantener abierta la puerta que permita recuperar por años y décadas los bienes del pueblo: la libertad, la igualdad, la vida… Vivir viviendo, la escalada y el retorno para siempre fueron los conceptos básicos de un discurso que confundía sus más imperativos deseos personales con los del país.
El contraste que se establece entre estas dos maneras de festejar (me sirvo de las alegorías: planificación e improvisación, Atenas y Esparta, milicia y civilidad, razón y fuerza, sociedad e individualidad, institucionalidad y personalismos, capacidad de decisión y como vaya viniendo vamos viendo, blanco y negro) puede ser motivo para pensar un texto que guíe a los niños de la patria en los sueños del futuro. Es más fácil saber lo que no deseamos que lo que buscamos. Un libro como el que pienso tal vez ayude a despejar las dudas a edad temprana.
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