Región,
19-12-2012, p.14
Orángel Morey Lezama*
Para sopesar la
actual situación de las universidades venezolanas es importante considerar,
como parte del análisis, las características de su infraestructura. En el caso del
Núcleo de Sucre de la UDO para nadie es inocultable la triste y desconsoladora
situación de su infraestructura; caracterizada por el abandono, descuido e
inercia, quienes convivimos en este recinto universitario somos testigos de sus
ruinas y de la indolencia de las autoridades y del gobierno que lo que más han
producido en los últimos años como obra nueva son unas retardadas “petroaulas”
que, además de afear el paisaje y no armonizar con su arquitectura, son
inhabitables, según ciertos rumores, por ser nocivas a la salud.
Al hilo de este
razonamiento, es bueno contrastar, aunque sea con pequeños detalles, a fin de
demostrar la ineficacia e ineptitud del gobierno a la hora de resolver los
aspectos fundamentales del país y de las universidades venezolanas. Como
ejemplo para comparar con el “aporte” de las petroaulas, y sobre todo ahora que
a través del discurso oficial se ha tratado de estigmatizar los gobiernos
anteriores al presente como malos e improductivos, podemos citar la
construcción del edificio Oceanográfico de Venezuela en los años sesenta, que,
por ejemplo, incluía ascensores y otras particularidades en un momento en que en
la ciudad aún no contaba con edificios de esas características. Si a ello
sumamos las condiciones laborales de sus trabajadores, destaca el significado
de Universidad anteriormente.
Además, habría
que considerar la importancia de la renta petrolera de estos tiempos que,
curiosamente, ha dado hasta para construir hospitales en universidades
extranjeras con inversiones sorprendentes. Mientras, de este lado, en los
últimos diez años hemos esperado en la UDO-Sucre el cumplimiento de algunas promesas
que nos hiciera el actual gobierno, como la culminación de la biblioteca y la
construcción de un nuevo comedor, que hasta piedra fundacional ha tenido. Por
lo que sin dudar uno sostiene que han sido, hasta ahora, mucha alharaca y poca
acción.
Por cierto, y ya
para concluir, recientemente en el estado Sucre ha sido electo como gobernador
un profesor de esta casa de estudio, fracasado ministro de educación superior que
no supo aportar nada a nuestra universidad. Hoy tiene retos mayores pues se
espera de él que corrija los entuertos que ellos mismos han ocasionado. Si,
como se ve, mantiene el mismo equipo no hay ninguna esperanza; su gobierno será
como su paso por el ministerio o la Asamblea Nacional, de mucha alharaca y poca
acción. Han ganado nuevamente; por el bien de todos deseamos mucho éxito en su
gestión, de lo contrario ¿cuáles serán las excusas?
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*Prof. Dpto. Filosofía y Letras
UDO-Sucre
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