UDISTAS
Región, 23-01-2013, p. 14
Willians Barreto*
En
julio del 2011, en la soledad de una habitación de hotel en Bogotá, preparando
los detalles finales de un curso, llamaron a la puerta, era mi hija, médico
residente –estudiante de posgrado- del servicio de pediatría en el HUAPA de
Cumaná. Ella, de vacaciones, se fue en llanto al verme en el umbral. Al pacientico
-como le gusta decir- mostrándolo en el avatar de su smartphone, recién le habían extraído la mitad de la materia gris,
sobreviviendo a la operación. Hoy es todo un campeón recuperando funciones. La
medicina en nuestro país no es la mejor del mundo, pero para la madre de este
niño es lo máximo.
Los
posgrados del país, y los de medicina no son la excepción, están quedando desiertos.
Es una consecuencia del desprecio al talento nacional como política de Estado.
La pérdida de materia gris tiene muchas expresiones. Hay quienes no resisten la
descomposición social, los que no logran conectar con un puesto de trabajo, los
que son víctimas de la delincuencia, del azar y de sí mismos. Y los que viven
un exilio en su país.
En
enero del 2013, el Gobernador, Director de Puertos, Director de Salud, Físico
de profesión, Político de oficio, ofrece audiencias a diario, sentado en un banco
de la plaza Bolívar. Mucha gente puede estar feliz con esta ominosa excentricidad,
pero otra gente puede sentir una vergonzosa
humillación.
Y
el caso es que el servicio pediátrico del HUAPA de Cumaná está quedando sin
residentes. Tres médicos, que están por cumplir con el Artículo 8 de la Ley del
Ejercicio de la Medicina, referente al servicio rural, han solicitado permiso
para el ingreso al Posgrado en Pediatría de la UDO, operativo en el HUAPA. La
autorización puede estar en manos del Director de Salud. Por iniciativa propia,
una comisión del servicio de residentes fue a la plaza Bolívar y, aunque en
cumplimiento de sus funciones y de guardia, la obligaron a hacer una larga cola
como parte de un pueblo postrado y sumiso. Cuando llegó el turno la comisión
explicó el caso de los tres médicos rurales y el caso fue negado sin anestesia,
con un argumento insólito. El Director de Salud no quiere ser copartícipe de la
posible mala praxis de esos tres médicos rurales. ¿Será que el Director de
Salud duerme tranquilo con la praxis de los médicos comunitarios venezolanos y
de los médicos cubanos que sin hacer reválida ejercen en nuestro país, en
flagrante violación de la Ley del Ejercicio de la Medicina?
Hay
cerebros sumidos en la cotidianidad, aceptando la absurda realidad, dejándose
arrastrar por ella.
Hay
un cerebro desconfiado, solo, con la sonrisa sombría que depara a veces la
soberbia del poder, seco, perdido para siempre.
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*Prof. Centro de Física Fundamental-ULA
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