miércoles, 29 de mayo de 2013

Deficiencia auditiva intencional

UDISTAS
 
 
Región, 29-05-2013, p.14
 
 
Rafael Rasse*
 
Con perplejidad los profesores agrupados en la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV) hemos visto cómo este gobierno, con intencionadas deficiencias auditivas, ha ignorado las demandas de los docentes universitarios de un salario que garantice un “nivel de vida acorde con su elevada misión” (art.104 de la Constitución Nacional), mejoras en las condiciones laborales, y presupuesto justo para las universidades.
Esa incapacidad voluntaria para la escucha, que tan acentuadamente padecen nuestros gobernantes, también es exhibida por el ministro Pedro Calzadilla (MPPEU), y sus primeros síntomas se dejaron sentir cuando, apenas ocupar su despacho, se dirigió a la comunidad profesoral diciendo que era “sospechoso” que lo recibieran “con un paro de FAPUV” y que “las Normas de Homologación no se han aplicado” (Correo del Orinoco, 08/05/2013), desconociendo su vigencia y su deber de considerarlas. Para nadie es un secreto, y menos para quienes laboramos y estudiamos en la universidad, que el gobierno está quebrando presupuestariamente a las universidades y a asfixia a sus profesores con sueldos que no cubren la canasta alimentaria.
La situación se torna más grave cuando, en algunas asociaciones de profesores, a la intencionada deficiencia auditiva se une el afán de desconocer las voces profesorales que se han expresado en reconocimiento de la FAPUV como único representante para discutir sus reivindicaciones, y ratificar las Normas de Homologación como instrumento de nuestra contratación colectiva. Desgraciadamente, algunos de lo que tienen el mandato de defender esa voluntad colectiva, contrariando el deber ser gremialista, asumen actuaciones propatronales.
Por suerte para los profesores universitarios, la decencia es un remedio muy eficaz contra la sordera institucional que se ha se acentuado, hasta límites absurdos, en los últimos años. Debidamente organizados y utilizando mecanismos de participación gremial, como las asambleas y referendos, ya hemos elevado con éxito propuestas para buscar soluciones a nuestros problemas.
Profesor universitario, colega, no dejemos que esta penosa y hereditaria enfermedad conculque nuestros derechos conquistados y los entregue al patrono. Todo trato debe producirse por la vía de acuerdos y negociaciones, nunca de la imposición. Tanto menos, cuando el Ministerio obstaculiza el diálogo con nuestra legítima representante, la FAPUV, y pretende pactar con sindicatos y gremios de maletín. En el plano local, debemos condenar toda acción que obstruya nuestra representación legítima. Recordemos: “La Junta Directiva de la APUDONS está obligada, en todo momento, a presentar a consideración de la asamblea general aquellas situaciones no previstas en estos Estatutos y que requieran de decisiones que comprometan al colectivo” (art. 57 de Estatutos de la APUDONS). La mayoría se expresó claramente a favor de la FAPUV y en contra de las posturas propatronales. No te hagas tú también el sordo, para que otros hagan lo que les dé la gana.
 
*Prof. Dpto. Psicología e Investigación Educativa UDO- Sucre

miércoles, 22 de mayo de 2013

Referendo a juro y extemporáneo


UDISTAS

Región, 22-05-2013, p.14

Ramón Ochoa*

A la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV) le ha correspondido, por años, discutir y acordar gremialmente con los gobiernos de turno el marco legal de las condiciones de trabajo y las escalas de remuneración del trabajo docente universitario.

Desde 2004 el gobierno le ha venido negando a FAPUV la condición de interlocutor legítimo para los asuntos reivindicativos y mantenido el comportamiento de decretar aumentos unilateralmente, siempre por debajo de las necesidades de los docentes universitarios.

Ante la progresiva depauperación de los salarios universitarios y de sus condiciones de trabajo, la FAPUV ha implementado desde el año pasado diversas medidas de presión. Se han sucedido paros parciales y escalonados como medidas de protesta; se han organizado marchas y otras actividades, pero el Ejecutivo nacional permanece sordo a los reclamos de los universitarios.

En este contexto se instruyó a las asociaciones afiliadas a la FAPUV para que consultaran con sus bases a fin de ponderar la conveniencia de iniciar un paro de actividades docentes universitarias a nivel nacional y con carácter indefinido. En el Núcleo de Sucre esta consulta no se realizó y la junta directiva de APUDONS se negó a promover  las actividades que fueran necesarias para expresar el descontento, el clima de conflictividad, los diversos niveles de organización, preparación de acciones y el entusiasmo necesarios para iniciar una protesta de esta magnitud. La directiva de APUDONS irresponsablemente dejó de cumplir su función de guiar las luchas del gremio. Ahora, presionada por las bases y después de que FAPUV estableciera una hora cero, organiza un referendo en el que carga sobre los hombros de los docentes del Núcleo la decisión de un paro indefinido.

Se equivocan de nuevo los oficialistas al no interpretar el clamor de las bases; los docentes universitarios queremos que nuestras voces se oigan, deseamos que el Ejecutivo nacional responda a nuestras solicitudes y reclamos. Sentimos la necesidad de comunicar el clima de conflictividad gremial que genera la devaluación de nuestros sueldos y salarios y en torno a las muy arruinadas condiciones de trabajo.

Los profesores universitarios que reclamamos nuestros derechos y exigimos condiciones dignas para trabajar no representamos una amenaza para la universidad y muchos menos para sus estudiantes; muy por el contrario, la mantenemos abierta con no pocos sacrificios.

La comunidad cumanesa y oriental a quien sirve la UDO debe comprender nuestros justos reclamos y apoyarnos en la lucha contra el cerco presupuestario y las políticas que pretenden eliminar la universidad autónoma y democrática. Nos mantenemos en pie de lucha para obtener un nivel de vida acorde con nuestra  altísima responsabilidad tal y como lo establecen los artículos 91 y 104 de la Constitución Nacional.
 

*Prof. Dpto. Psicología e Investigac. Educativa UDO-Sucre

 

 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Equivalente


UDISTAS

Región, 15-05-2013, p.14

 
Willians Barreto*

Capriles vino a Mérida para una Asamblea de Ciudadanos y le escuchamos al instante la recomendación a los universitarios de no ir al paro indefinido.

Es evidente que el gobierno ha generado una crisis universitaria sin precedentes y que los líderes de la oposición tampoco entienden el talante de las universidades públicas y autónomas. El camino trazado por el difunto líder de la revolución es transitado inexorablemente hacia el barranco. Todos los ministros para la educación universitaria hicieron cumplir el proceso destructivo, violando los derechos de los profesores, estudiantes, empleados y trabajadores. Es probable que el único propósito del gobierno sea la intervención definitiva y tomar el control de las universidades. Es lógico suponer que, en parte, por esta razón Capriles recomendó que no vayamos al paro indefinido, que seamos creativos. Por otra parte el gran problema para la dirigencia opositora es lograr nuevas elecciones en un clima de paz y sin buscar más conflictos que desvíen la atención.

Precisamente por la defensa de los DDHH de todos los venezolanos se han impugnado las elecciones. Pues bien, a los universitarios se nos veja, nos asfixian, nos niegan un salario justo en detrimento de la calidad de nuestro trabajo y en consecuencia de la formación adecuada de nuestros estudiantes. Aumentar las jornadas de labor docente es equivalente a seguir votando bajo las mismas condiciones, aumentar sustancialmente el número de votos y seguir perdiendo elecciones. Es equivalente a seguir aceptando el desmadre económico y la estafa a la nación. Es equivalente a votar esperando el fraude seguro. Para seguir un camino incierto es preferible un paro indefinido, con estudio no convencional y realizando investigación, pensando y planeando  un futuro mejor.  Un líder demócrata escucha y propone, rectifica, no siempre tiene la razón porque humanamente es imposible estar en todo y no equivocarse. El autócrata sin tener razón impone su criterio y como autómatas sus seguidores hacen cumplir su voluntad así no estén de acuerdo. Si el único riesgo es la intervención de las universidades autónomas, debemos tomarlo. Es mejor detener la marcha hacia ninguna parte y esperar alertas el posible arrebatón. Ya los días están contados para que se haga justicia. Ni las instituciones del Estado, ni los organismos internacionales harán cumplir la ley. El pueblo decidió pasar factura al “sociabismo”. 

Los universitarios hemos resistido dignamente. Estamos exhaustos aunque no derrotados. El paro indefinido se enmarca en la lucha gandhiana. Hay que entender que Capriles no lo puede propiciar, pero tampoco lo podría evitar. Es nuestro derecho y debemos hacerlo cumplir. Los derechos no se negocian políticamente. Seguir aceptando la violación de nuestros derechos y hasta fomentar el abuso es equivalente a no impugnar las elecciones.

 
*Prof. Centro de Física Fundamental-ULA

 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Punto de quiebre

UDISTAS
Región, 08-05-2013
 
José Marcano Carpintero*
Los profesores universitarios definitivamente hemos entrado en una etapa de crisis pronta a la debacle; no sólo por las condiciones económicas originadas en el paupérrimo salario que percibimos, sino por las consecuencias socio-laborales en las cuales debemos ejercer nuestro rol de formadores académicos de las nuevas generaciones de profesionales. Representa esta crisis el punto de quiebre de las necesarias condiciones de estabilidad socioeconómica y emocional que deben regir el ejercicio de nuestro magisterio.
En el Núcleo de Sucre, un grupo de profesores hemos asumido posiciones críticas ante las condiciones que han generado la mentada crisis, y hemos integrado un movimiento profesoral importante dispuesto a trabajar para impulsar nuestra justa protesta y refutar con acciones la intolerancia que en el seno de ciertos sectores administrativos y gremiales han contribuido en la generación de un clima de desasosiego, de temores, de coacción tácita, en una premeditada dilación de los procesos que nos pondrían a la par con las decisiones y acciones de las demás asociaciones de profesores, reunidas bajo la figura de la FAPUV, nuestra histórica representante gremial.
Visto desde fuera, y a la luz de algunas posturas particulares, pareciera que el conflicto que presentamos los profesores de las universidades del país tiene un matiz eminentemente político y bajo esa premisa se le quiere tratar. Pero no, el conflicto de los universitarios va más allá de las posturas políticas de quienes reclamamos justamente derechos laborales para todos, amparados, por supuesto, en las mismas leyes y disposiciones contractuales que han ido conformándose en el transcurso de intensas luchas, que en su momento emprendieron las organizaciones gremiales que nos representan. Por tanto, este es un conflicto laboral y de interés colectivo, y no un conflicto llevado por intereses políticos como han argumentado los personeros afectos al oficialismo.
Si bien es cierto que las coyunturas políticas actuales han acentuado el marco referencial de nuestras lucha, también lo es que todos, independientemente de si militamos o no en una acera política, nos vemos afectados por los retrasos e incumplimientos contractuales en los que ha incurrido el gobierno con el sector universitario.
En este momento todos los miembros del gremio profesoral estamos bajo las mismas condiciones y el mismo régimen salarial; a todos nos afecta por igual esta situación. Es hora de encauzar la lucha mancomunadamente, con el único interés de preservar el derecho que nos asiste legalmente y consolidar un clima de conciliación que permita el resurgir de la universidad venezolana, como el mecanismo de desarrollo científico-tecnológico y socio-humanístico que demanda el país.
* Prof. Dpto. Currículo y Admón. Educativa UDO-Sucre
 
 
 




 

 

jueves, 2 de mayo de 2013

Salario digno para los profesores universitarios


UDISTAS

Región, 02-05-2013, p.14

 
Orángel Morey Lezama*

            El gremio profesoral universitario, al igual que los empleados y obreros, tiene años intentando conciliar con el gobierno nacional, entre otras cosas, un salario digno. Reiteradamente, el gobierno se niega a escuchar las peticiones y propuestas y decide, de manera unilateral, un aumento salarial que no se corresponde ni con las exigencias de los docentes universitarios ni con la realidad del país.

            En los últimos meses, por el malestar reinante (desabastecimiento, inflación, devaluación) y por la negativa del gobierno a atender nuestras peticiones, se ha acordado convocar a diferentes paros como medida de presión. Aunque nos sea difícil suspender transitoriamente nuestras actividades de aula, la paralización busca que el gobierno voltee a ver un sector que ha abandonado y vejado por años, cuando, por un lado, les niega el presupuesto requerido a las universidades, incidiendo de modo negativo en su funcionamiento práctico; y, por otro, le cierra las puertas de las instituciones públicas (Zona educativa, por ejemplo) a los egresados de estas casas de estudio. Ambas cosas (y la baja compensación salarial de los profesionales) inciden de modo negativo en la valoración de los jóvenes sobre el estudio formal universitario.

            Parte del descuido a los docentes universitarios pasa por el desconocimiento de las Normas de Homologación, que obligan al gobierno a revisar cada dos años el salario y ajustarlo al índice de inflación fijado por el BCV; como resultado de este desconocimiento, Venezuela ha quedado rezagada frente a nuestros vecinos en compensación salarial a sus profesores universitarios. Así, Brasil y Colombia, por ejemplo, quintuplican (comparando con el dólar oficial) nuestros salarios, que son motivo de risa frente a la canasta alimentaria (un punto por encima) y frente a la canasta básica (poco más del doble del salario integral de un profesor instructor a dedicación exclusiva). Como colofón a esta grave situación, a partir de hoy el salario mínimo (para trabajos no especializados) se diferencia del salario de un profesor instructor a tiempo completo por casi doscientos bolívares.

Países como India, Malasia, Arabia Saudita y Sudáfrica han entendido la necesidad de invertir en sus universidades y hoy día están ubicados entre los diez países que mejor recompensan a sus profesores. Pues como se sabe, en el mundo actual es el conocimiento el que nos ofrece la posibilidad de ser más soberanos e independientes; no hay dudas de que será la universidad venezolana la que permitirá, en grandes cuotas, la producción nacional y la desestimación de las importaciones, tan dañinas, en números como los actuales, para la economía del país.

Ojalá el día de hoy recibamos, también, buenas noticias para todo el sector universitario. Pero, de todos modos, nos vamos a la marcha de los trabajadores que exigen mejorar las condiciones laborales y salariales. Allá nos vemos.

* Prof. Dpto. Filosofía y Letras UDO-Sucre