jueves, 13 de mayo de 2010

1° DE MAYO, UNA JORNADA QUE NO TERMINA


Oriente, 05 de mayo del 2010
Artículo de Opinión /pag. 8


El 1° de mayo de 1886, en la ciudad de Chicago, la Confederación de Gremios Organizados convocó a un día nacional de acción para hacer fuerza común entre los trabajadores e iniciar la lucha para lograr que se redujera la jornada de trabajo a “solo” ocho (8) horas. Lo que en un principio se catalogó como un hecho de poca importancia para la sociedad estadounidense y los empleadores, se transformó apenas se conoció la masiva convocatoria de los trabajadores. La convocatoria era por mejores condiciones de trabajo, pero alcanzó tal unidad que logró, como un acto de desobediencia civil, que trabajadores negros y blancos marcharan por el Parque Nacional de Chicago, contraviniendo deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color; los trenes se paralizaron, los mataderos quedaron solos con sus reses, los barcos repletos de mercancía.
Esta victoria de los trabajadores trajo consigo la muerte de muchos dirigentes sindicales, heridos, detenidos y torturados. A este evento se le conoce en la historia como “el crimen de Chicago” y el 1° de mayo se recuerda para conmemorar a todos los que dieron su vida por demandar mejoras de las condiciones laborales de todos los trabajadores.
La década inicial del presente siglo ha generado una ruptura en la dirigencia sindical venezolana. Se comienza a ver un fenómeno en las celebraciones de este día, poco común en el mundo. Movilizaciones de trabajadores que reclaman al patrono reivindicaciones laborales y las de los que respaldan la política laboral del actual gobierno; estas últimas promovidas desde diferentes instituciones estatales u organismos paraestatales: ministerios, alcaldías, partidos oficialistas y por el propio jefe de Estado.
La dinámica oficialista se materializa en la conformación de estructuras burocráticas gremiales y sindicales que no expresan los intereses autónomos y propios de los trabajadores, sino que, por el contrario, se constituyen en organismos asimiladores de los trabajadores a los intereses del gobierno chavista. Es esta una fórmula similar a la que otrora se denominara en las gestas de Chicago como los “reemplazantes” o “esquiroles”, sólo que ahora, en vez de romper huelgas y boicotear las iniciativas por mejores reivindicaciones, actúan como mecanismos al servicio del gobierno ante los trabajadores.
Mediante este procedimiento se crean sectores de trabajadores mediatizados y maniatados por los oficialistas, mientras que van desapareciendo los derechos adquiridos, la contratación colectiva, las exigencias a nuevas reivindicaciones, para imponer decisiones unilaterales en todo cuanto atañe a sueldos, salarios y demás condiciones de trabajo. El ejemplo más reciente lo constituyó el anuncio hecho por el Presidente de la República en la edición número 256 del programa dominical “Aló Presidente”, donde se dio a conocer el incremento de sueldo de los militares: 40%.
La celebración de esta fecha, tal como ha sido históricamente, no es para elogiar logros de los patronos (si los tuvieran), sino para demandar de éstos, sean públicos o privados, mejoras en las condiciones laborales. Por ello demandamos a nuestro patrón (es decir, al gobierno nacional) el desembolso correspondiente al retroactivo del aumento salarial aprobado en 2008, el pago de la prima por hogar para todos los profesores, la cancelación del bono de alimentación para el personal docente becario, jubilado y pensionado, así como de los intereses sobre prestaciones sociales del personal jubilado y pensionado. También los aportes patronales para la atención de la salud dada la no actualización de la cobertura del HCM y la firma de las normas de homologación 2009-2010, que tienen más de un año discutiéndose. Por eso el primero de mayo es y será siendo siempre una jornada de lucha que no termina para los trabajadores.


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