viernes, 19 de agosto de 2011

¿Excelencia de 75%...o de menos?



Miércoles 10 de agosto de 2011 / p. 14

Prof. José Malavé M.
Dpto. Filosofía y Letras
udistasns@gmail.com
http://udistasns.blogspot.com


A mediados de julio el Consejo Universitario de la UDO suscribió un acuerdo (CU-Nº001/2011) en el que, tratando de remediar el retardo en la culminación del semestre I-2011 en el Núcleo de Sucre, y de equilibrarlo con la programación de los otros Núcleos, decide la finalización de dicho semestre para el 16 de agosto, y que “se logre cubrir por lo menos el 75% del contenido de las asignaturas correspondientes”. He aquí los elementos que me impulsan a formular la reflexión que espero ofrecer en este artículo.
En considerandos sucesivos arguye el CU que la situación que se intenta afrontar “afecta el rendimiento y la feliz culminación de sus actividades a quienes constituyen la razón de ser de la Universidad, que son sus estudiantes”, y que se trata de “velar por la buena marcha de las actividades propias de la Universidad, en aras de alcanzar la excelencia y por lo tanto la calidad de la enseñanza”.
Decide el CU sobre una materia que evidentemente le compete. Suponemos que este acuerdo tiene como base un pronunciamiento ante la propuesta de prórroga del semestre que, según la información que circuló antes, había sido aprobada en el Consejo del Núcleo de Sucre.
Presentado este panorama, me pregunto qué es lo que está en juego. O mejor: ¿A qué excelencia o calidad se alude? ¿Es el interés en la formación de los estudiantes, nuestra “razón de ser”, lo que verdaderamente se atiende? ¿Qué es más importante: cumplir con la labor educativa, así esto implique rehacer programaciones, o cumplir con las pautas administrativas de un calendario?
Por supuesto, en este espacio es imposible analizar con profundidad aspectos tan problemáticos como los contenidos en tales interrogantes. No obstante, puntualizaré algunas consideraciones.
Soy de la apreciación de que nuestro Núcleo de Sucre y la Universidad de Oriente toda se han convertido en agentes de la medianía o, expresado de forma más fuerte, de la mediocridad. Y que conste que esto no es un problema ni de derecha ni de izquierda, ni de cuarta ni quinta república (esas derruidas, aunque usadas a conveniencia, denominaciones a las que algunos siguen prendados.)
La lógica y la actitud del “más o menos” (como le digo a mis alumnos) ha imperado desde hace mucho tiempo entre los universitarios, seamos autoridades, profesores, estudiantes, empleados y obreros (también es así en gran parte de la sociedad venezolana).
No es precisamente la razón de la excelencia la que por años nos mantiene en semestres de 13 o 14 semanas, cuando en los años 80 se fijaban semestres de 18 semanas (ver resoluciones CU-Nº02181 o 011-37), ni la que parece privilegiar la realización de intensivos (que, hasta donde entiendo, son periodos complementarios), como si la regularidad académica, es decir, el cumplimiento de los semestres no fuera lo importante. Cuando la programación no toma en cuenta los días de clases efectivamente perdidos (no por culpa de los profesores, a menos que se consideren nuestros reclamos como ilegítimos) y se fijan lapsos que coaccionan a docentes y alumnos a “finalizar” a como dé lugar, ¿no estamos “institucionalizando la piratería”?. Cerrar un semestre, para “cuadrar” un calendario o una programación, con una medida como la del 75%, no creo que sea diferente (por ejemplo, ¿cómo se aborda con esta pauta un Curso Especial de Grado?)
Me perdonan las autoridades universitarias y los representantes profesorales y estudiantiles (tanto del CU como del CN de Sucre), pero habría que preguntarse en qué medida, con decisiones o actitudes como las indicadas, se beneficia verdaderamente a la academia.
Veo con horror (el mismo aducido en artículo de esta misma columna del 14/09/2010) que ha llegado a ser “normal” que nuestros bachilleres egresen sin haber cursado asignaturas como matemática, química, física o biología. Una colega me comentó que no pedía monografías a sus estudiantes porque, como todos se copian de internet, no iba a perder su tiempo en eso…
¿De qué excelencia y calidad de la enseñanza hablamos?

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