jueves, 5 de enero de 2012

Razones para la existencia de un gremio universitario



publicado en diario Región, jueves 17 de noviembre de 2011 / p. 14


Profas. Graciela Acevedo y Adriana Cabrera

udistasns@gmail.com


Con la incorporación de la vocalía de los asuntos de docencia e investigación a la Junta Directiva de la Asociación de Profesores del Núcleo de Sucre, los nuevos estatutos de APUDONS consideran un elemento cardinal en la concepción de un gremio dirigido a fundamentar y defender el estatus propio de la docencia universitaria.

Tradicionalmente se ha considerado que la labor de un gremio es defender los intereses, derechos y reivindicaciones de sus miembros, pero pocas veces se contempla que parte de esa defensa debe ir dirigida a establecer, sin ninguna duda, el lugar y la función específica de los profesores universitarios, así como el mantenimiento de unas condiciones laborales sin las cuales el trabajo docente perdería norte y sentido.

Por un lado, y sin adelantar juicios, podemos evidenciar la progresiva atenuación de la figura del docente universitario, desdibujamiento que va desde el ejercicio de su papel en el aula hasta la obligación de efectuar trabajos, administrativos o marcados por carencias institucionales, que no tienen que ver con su especialidad o formación (en ese sentido están mucho más claros otros gremios que salvaguardan a sus afiliados de tareas que no están expresamente establecidas en los convenios de trabajo).

Por otra parte, sabemos que los profesores universitarios enfrentan diferentes condiciones de trabajos, desde ejercer la docencia sin un escritorio donde apoyar sus materiales académicos hasta la imposibilidad de permanecer en su lugar de trabajo por la inexistencia de cubículos; ni hablar de la inexistencia de políticas democráticas para la actualización profesional o de condiciones proclives a satisfacer la necesidad imperiosa en una universidad de que sus docentes realicen estudios de cuarto y quinto nivel.

Al lado de las actuaciones claras de defensa de las condiciones económicas, materiales, de seguridad social y de estabilidad laboral, una asociación de profesores universitarios debe prestar atención a las condiciones que inciden cualitativamente en la posibilidad de ser mejores profesionales, única forma de ser, a la vez que gremio (en sentido genérico), gremio universitario.

Un aspecto paralelo al anterior lo constituye la conformación de una política cultural que sea específicamente dirigida al sector profesoral.

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La cultura, reconocida con una vocalía como asunto fundamental en la gestión del gremio de la APUDONS, aparece como un aspecto delicado y difícil de abordar en los tiempos que vive nuestra universidad. ¿Se puede pensar en cultura cuando alrededor falta lo más elemental, el sueldo no alcanza y la amenaza del atraco ronda la oscuridad fuera del aula? Mientras asuntos de tal urgencia nos agobian, pensar en una gestión cultural para el gremio no es sólo la posibilidad de encontrar merecidos escapes de la angustiada cotidianidad laboral, sino que se convierte en una obligación: una universidad que no piensa en su y la cultura se condena a la perpetuación conformista de éstas y peores condiciones. En los tiempos que corren, estamos obligados a vivir con trascendencia, con cultivo de las facultades espirituales e intelectuales, con conciencia de las múltiples manifestaciones de la sensibilidad, porque sólo así impulsaremos nuestro ánimo en la construcción de realidades más edificantes. Un gremio sin propuesta ni gestión cultural es un gremio mutilado y enfermo en su capacidad de crecer y mejorar.

Es inaceptable el abandono que en materia cultural se ha tenido a los profesores durante los últimos tres años. Esta parálisis nos ha hecho olvidar que es obligación de la asociación no sólo otorgar la importancia debida a la conquista de oportunidades de formación académica, sino también a la institución de una política editorial y a la creación de concursos, premios y reconocimientos, a la organización de cursos, talleres, conferencias, foros... Nos ha hecho olvidar que es necesario el mantenimiento y mejoramiento de su sede (es lamentable el estado al que ha llegado el Miniauditorio), pero también que es posible planificar y concretar un espacio que cuente con áreas de recreación y de reuniones, instalaciones deportivas, infocentro, biblioteca… Recuperar la cultura del Núcleo y construir posibilidades reales y permanentes de desarrollo cultural son imperativos porque constituyen la vía para recuperarnos plenamente como gremio para nosotros mismos.

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