http://www.youtube.com/watch?v=crRnqlQqFEg
miércoles, 9 de octubre de 2013
El que siembra vientos…
UDISTAS
Región, 02-10-2013, p.14
Henrry Lezama*
Para algunos, el conflicto
universitario debe darse por terminado. Se supone que la Convención Colectiva Única
satisface las exigencias de las universidades autónomas venezolanas. Nada más
alejado de la realidad. No sólo la situación económica de los universitarios se
mantendrá paupérrima con esta galopante inflación, sino que los problemas
estructurales, tanto físicos como de funcionamiento, persistirán (a riesgo de un colapso total) hasta tanto el gobierno entienda que la
universidad debe ser despolitizada y debe privar lo académico por encima de las
agendas ideológico-partidistas. Pero, esto no es nada comparado con el problema
de fondo que debería empezar a preocupar a universitarios y demás gremios
educativos: la tragedia de la Educación Primaria y Secundaria. Si la crisis
actual no acaba con la universidad venezolana, lo hará la mediocridad del
producto final que egresa cada año de nuestros liceos (y cuya intencionalidad
político-ideológica no ha sido discutida con la urgencia y profundidad que
amerita).
La frustración y el conformismo
parecen haberse apoderado de docentes y padres. Unos hartos de imposiciones de
las autoridades educativas; hartos de repetir exámenes remediales a estudiantes
que se burlan de un sistema que les ha dado más derechos que deberes; los otros
sólo interesados en que sus muchachos “pasen”, aunque no lo merezcan (¿cuántos
padres contrastan el número de horas que dedican sus hijos a sesiones de juegos
de video o Facebook con el tiempo dedicado a su formación académica/intelectual?).
Cuando tergiversaciones del artículo 112 de LOE (establece exámenes remediales
cuando 30% o más de estudiantes no aprueben evaluaciones), o circulares como la
6696 (interpretada como obligación a repetir
evaluaciones, de diferentes tipos, grado de dificultad mínimo, meta 100%
aprobados) se imponen al sentido
común, uno se pregunta: ¿Qué tiene que pasar para que los involucrados
reaccionen? ¿Cuándo fue la última vez que Venezuela midió a nivel internacional
la calidad de su educación y qué posición ocupó?
Para aquellos que piensan que la
culpa es de los docentes, no olvidemos que los docentes, cual militares, deben
obedecer órdenes, por inmorales que sean; no hacerlo significaría enfrentarse a
padres, otros colegas, directiva del plantel o la mismísima Zona Educativa.
¿Hasta dónde aguantarán los
docentes tanta incongruencia (condiciones laborales, sueldos, desgaste físico y
mental, normas que protegen a estudiantes mediocres e irrespetuosos)? ¿Dónde
está la infraestructura física y logística para canalizar talentos y
potencialidades, corregir conductas indeseables, y garantizar la calidad
académica de los estudiantes? ¿Cuál es la evidencia científica del éxito de las
políticas actuales para justificar su profundización?
La educación venezolana hace rato dejó
de formar carácter y contempla maniatada el resultado de políticas educativas
erradas.
Mientras tanto, se diluye la lucha
en negociaciones de exiguos aumentos salariales, cuya resignada aceptación sólo
valida los desaciertos del gobierno y posterga la verdadera revolución
educativa.
* Prof. Dpto. idiomas Modernos UDO-Sucre
Ceguera y conflicto universitario
UDISTAS
José Malavé M. *
Algunos profesores del medio
universitario, como también ocurre frecuentemente con funcionarios
gubernamentales, dicen “ver” la realidad, y, más aún, pretenden comunicar su
“visión” como la verdadera. Pero sabemos que mirada o visión se relacionan, obligatoriamente,
con ceguera, antítesis sobre la que existen muchos matices. Así, existe la
“mirada ciega”, esa que, queriendo o suponiendo ver, sólo presenta una nublada
o distorsionada versión de la realidad. El modo por excelencia para que esta se
realice es la preeminencia de la ideología, entendida como una representación subordinada
a una posición político-social-cultural; por eso se refería el joven Marx a la
ideología como “falsa conciencia”.
Cuando esos voceros (no visionarios)
tratan lo relativo al conflicto universitario, y particularmente al cese de
actividades académicas, intentan liquidarlo esgrimiendo percepciones poco
ajustadas a lo realmente acontecido. Con brevedad lo registro a continuación.
No es cierto que la FAPUV se
planteara un conflicto de meras reivindicaciones económicas; así está recogido
en las carteleras publicadas (ver, por ejemplo, la del 04-06-2010) y otros
documentos (cf. informe de la Sec. de Actas del 25-02-2013), donde se destaca
la lucha por los derechos laborales, por presupuesto justo para las
universidades, por mejores becas estudiantiles, por la calidad de la educación.
Se insistió hasta la saciedad ante el Gobierno Nacional en la urgencia del
diálogo y del reconocimiento de la FAPUV como nuestro gremio legítimo. La formulación
ante los entes gubernamentales nacionales de la necesidad de ajustar el sueldo y
los beneficios económicos de los profesores universitarios y abordar las deudas,
según las Normas de Homologación (que no han sido jurídicamente anuladas, por
cierto), se remonta a, por lo mínimo, unos siete años.
De modo que el conflicto desde sus
inicios y a lo largo de su proceso de agudización contempló aspectos
económicos, obviamente, pero también reivindicaciones universitarias y sociales
en general. Cuando el Gobierno Nacional y sus subalternos sindicales y
gremiales trataron de confinar la discusión a la llamada “Convención Colectiva
Única”, en la que se incluyó un peligroso contrabando ideológico-partidista
que, entre otras cosas, atentaba contra la autonomía, la pluralidad, la carrera
docente y otros derechos constitucionales y legales, el conflicto adelantado
por la FAPUV y la inmensa mayoría de profesores universitarios cobró otra dimensión,
mucho más amplia y de ineludible carácter político. Estaba en juego mucho más
que un ajuste salarial; se trataba de la defensa del sentido mismo de la
universidad y de nuestra labor profesoral.
En fin, ni los ojos más velados ni
los lentes más opacos podrán desconocer los logros de esta etapa del conflicto
universitario, la del cese de actividades académicas, recogidos claramente en
la cartelera de FAPUV del 07-09-2013 (https://www.facebook.com/notes/fapuv-profesores-universitarios/balance-de-la-situaci%C3%B3n-de-conflicto/10151821394266211).
Quizás no se han alcanzado aún todas las reivindicaciones económicas, pero se
logró frenar otra manifestación de la vocación totalitaria de este gobierno, y
la universidad autónoma y libre sigue inquebrantable.
* Prof. Dpto.
Filosofía y Letras UDO-Sucre
¡Qué pena…!
UDISTAS
Región, 18-09-2013, p.14
Francys
Peretti*
Qué
pena que cualquier oficio en este país sea más productivo e incentivador
que una profesión universitaria… Nuestras
Universidades han visto minimizadas sus matrículas estudiantiles (un deterioro
más de una gestión gubernamental que sofoca esperanzas). Ha proliferado entre
los jóvenes la idea inmediatista de que las carreras cortas son menos costosas
y más provechosas, mientras otros emigran como aves hacia campos de trabajo que
no requieren tal preparación y que les otorga un vivir más seguro cada 15 y 30.
Qué
pena que, para un universitario, llegar a la quincena siga siendo triste y
decepcionante: El aumento engañoso del 75% otorgado por gobierno ya se lo llevó
la inflación. ¡Y qué desorden en nuestras libretas con los depósitos de las
quincenas! Septiembre 14, dos depósitos, dos descuentos… y faltan dos: el
primer 25% y el segundo 25%... ¿y eso?
Es decir, llegaremos a tener 4 depósitos: el viejo, el 40% aumento viejo, más
25%, más 25% … menos, por supuesto, 4 descuentos, uno por cada depósito. Para
enero 2014 serán 5 depósitos y 5 descuentos (sin contar con la próxima
devaluación que amenaza). Es decir, a lo poco añaden el caos que impide la indispensable
planificación. ¿Para cuándo se regula esta guachafita? La respuesta es
sencilla: cuando se ajuste el presupuesto de las Universidades; mientras,
dependeremos de la aprobación mensual de créditos adicionales por la Asamblea
Nacional…
Qué
pena que, en este gobierno socialista, para un docente y cualquier otro
profesional comprar un carro o una casa
sea casi imposible. Y tan difícil mantener una familia, comprar ropa, útiles,
viajar, mantener la casa o carro si ya se tiene, comprar repuestos de cualquier
tipo, harina de maíz, aceite, mantequilla, papel sanitario, leche, cemento,
gas, ir a un restaurante, al cine, tomarse un jugo, un café, comprar un cd, un
TV, una cama, unos zapatos, hasta alimentar a un perro.
Qué pena que, mientras
nuestras instituciones universitarias se derrumban, haya universitarios
afanados en apañar las desvergüenzas de este gobierno embustero. Según estos
colegas, el aumento salarial es más que suficiente, nuestra institución es estructuralmente
A1, el presupuesto está tan ajustado que sobra dinero y, aún más, se respeta
democráticamente a las mayorías. Todo ello, mientras los vemos padecer nuestras
mismas estrecheces y penurias. Con sin igual ceguera, intentan desconocer un
conflicto que ha sido y sigue siendo tan justo como el que se avecina de maestros
y profesores de Educación Media. ¡Qué pena!
Afortunadamente,
la Academia siempre encontrará fuerzas para defender cada espacio físico y
moral de nuestra Universidad y los derechos que cada universitario tiene de
progresar y trabajar dignamente.
*Profa.
Dpto. Idiomas Modernos UDO-Sucre
Revelaciones del conflicto universitario
UDISTAS
Región, 11-09-2013, p.14
José Rafael Díaz*
A pesar de
logros evidentes que el cese de actividades académicas puede exhibir, las
vacaciones colectivas del sector universitario están llegando a su final sin que
el gobierno haya respondido satisfactoriamente las exigencias de FAPUV. Esto
era de esperar por parte de un gobierno, supuestamente obrerista, que incumple
sus obligaciones contractuales, se niega a renovar o discutir contratos
colectivos y persigue judicialmente a los trabajadores que defienden sus
derechos. El ejemplo más evidente es el conflicto de varios años que mantienen
los trabajadores de las industrias básicas de Guayana, luego de ser engañados
con el mal llamado control obrero. El gobierno no ha podido ocultar las
agresiones cometidas contra los trabajadores, ni tampoco su negativa a cumplir
con sus obligaciones.
En el caso del
cese de actividades académicas llevado adelante por los profesores de las
universidades autónomas en los últimos meses, la estrategia del gobierno no ha
variado. Por eso es incomprensible, la actitud de la Junta Directiva de APUDONS
y de algunos profesores del Núcleo de Sucre que han detentado responsabilidades
gremiales. Estos colegas, aparte de irrespetar la decisión mayoritaria de
adhesión al cese de actividades académicas aprobada en un referéndum a finales
de mayo, en consideración de lo propuesto por nuestra federación gremial, se
han convertido en caballos de Troya que amenazan la existencia de APUDONS y
FAPUV y celebran públicamente el atropello gubernamental contra los
universitarios y contra la institución.
El irrespeto
por parte del Presidente y el Vicepresidente de APUDONS a la decisión
mayoritaria arriba señalada reveló su carencia de talante democrático. Su negación
a discutir con el profesorado las implicaciones de la Convención Colectiva
Única desde noviembre de 2012, a realizar la asamblea extraordinaria exigida de
acuerdo con los estatutos en mayo y en julio pasados, y su sustitución por asambleas
intergremiales meramente informativas sobre los supuestos avances de la mencionada
convención desenmascararon su menosprecio hacia el
gremio. Han utilizado los bienes, dineros y medios que pertenecen a todos los
profesores del Núcleo de Sucre para llevar adelante proyectos partidistas
personales e intentar colocar a la APUDONS al servicio del gobierno. Lo que la
integridad moral, gremial y universitaria dictan es la renuncia a los cargos
que ocupan y abrir la vía a la realización de las elecciones, obstaculizadas en
dos ocasiones, y así sustituir a unos directivos cuyos ejercicios están vencidos
desde hace tres años.
¿Cuál es el plan de estos personeros? ¿La aniquilación de
la APUDONS? ¿Es por eso que celebran como victoria que a los profesores
universitarios se nos conceda acceso a los planes de vivienda y vehículos del
gobierno cuando hasta hace poco nuestro sueldo permitía adquirir estos bienes
por cuenta propia? ¿Es por eso que han permitido el desmantelamiento del centro
de Villa Venezia sin consultar o informar a los asociados? No les será fácil
alcanzar estos objetivos. La resistencia de los universitarios se hará
presente.
* Prof. Dpto. Biología Marina UDO-Sucre
El arte de la exhortación: una falacia en la UDO
UDISTAS
Región, 04-09-2013, p.14
Valiéndose de la mucha desinformación existente en la
comunidad universitaria sobre los derechos gremiales que asisten a los
profesores, algunos Jefes de Departamento, Consejos de Escuela y de Núcleo, e
incluso el Decanato, adelantaron posición a lo largo del paro universitario
iniciado el 29 de mayo de este año. Cuidándose de no exponer su flagrante manipulación,
emitieron exhortos a reincorporarse a clases, en los cuales muchos docentes leyeron
un mandato y bajo esta falsa creencia decidieron reincorporarse a sus cursos
inmediatamente. He ahí el éxito de la falacia.
Cada quien emite estos exhortos obedeciendo a imposiciones
que vienen de instancias superiores. Cada quien busca cómo delegar la penosa
labor en el eslabón inferior, dejando a un Director de Escuela, por poner un
caso, con la excusa turbia de que se le está “poniendo presión desde arriba”,
como si tal presión tuviese la propiedad mágica de anular el juicio.
No obstante la enajenación y las injusticias, el paro ha
rendido frutos, sobre todo en términos del reconocimiento de la
representatividad de la FAPUV y de la legitimidad del reclamo universitario
logrado en las mesas de discusión; pero los logros amenazan con permanecer
escasos debido a la actitud renuente del gobierno. Con suerte, las bases
profesorales junto con los estudiantes hallarán al finalizar el período
vacacional condiciones que permitan levantar el conflicto.
En el caso de la UDO-Sucre, la reanudación de las actividades
académicas correspondería este 25 de septiembre, y debe tenerse presente que
una reprogramación del semestre no es posible hasta tanto no se declare el
esperado cese del conflicto, condición necesaria para poder definirse los
nuevos cronogramas académicos. Para esos días, la Directiva de nuestra
Asociación (APUDONS), que, burlando la voluntad de los agremiados, ha
participado activamente de la falacia de los exhortos, está obligada a convocar
a Asamblea General de profesores con carácter de urgencia.
Quienes hemos participado en la lucha por la
universidad autónoma, libre y democrática, seguiremos haciendo academia y
defenderemos a la Universidad siempre.
*
Profa. Dpto. Idiomas Modernos UDO-Sucre
Entre lo dicho y hecho, un abismo
UDISTAS
Región,
28-08-2013, p.14
Rafael
Rasse*
Las comunicaciones de
la FAPUV expresan nuestras firmes demandas de respeto a la autonomía y
pluralidad universitaria, la asignación de un presupuesto justo a las universidades
y reclamo de la vigencia de las Normas de Homologación; así mismo, el cumplimiento
por parte del gobierno nacional de los aportes federativos para la seguridad
social de los profesores y la atención debida a las reivindicaciones
estudiantiles, además de la exigencia de nombramiento de los representantes del
CNU que integrarán la comisión técnica que discutirá con nuestra Federación la
aplicación de las Normas de Homologación.
FAPUV tiene sobradas
razones para sostener que “el conflicto continúa en los mismos términos hasta
alcanzar los objetivos”, si consideramos que el gobierno, intentando mostrar
cara dialogante, ha firmado compromisos de obligada observancia que no pasan de
reconocer lo que la Constitución, leyes, reglamentos y convenios establecen:
reconocer la vigencia de las actas convenio de los profesores universitarios y los
acuerdos firmados con la FAPUV, aceptar que la clasificación del personal
docente y de investigación es la establecida en la Ley de Universidades, o admitir
la libertad de asociación gremial, entre otros. Así las cosas, cabe preguntarse
qué interés tiene el gobierno en alimentar este conflicto, porque el problema
no está en lo dicho (reconocido), pues, como sugiere el refrán, “¡Del dicho al hecho, hay mucho trecho!”
Este trecho, en la
realidad, es un abismo, porque el gobierno y su representante, el Ministro de
Educación Universitaria, Pedro Calzadilla, no ha podido hacerlo mejor para que
sea exactamente lo contrario a lo dicho. De hecho, este conflicto no existiría
si el Gobierno hubiese cumplido los compromisos laborales con los profesores, obligaciones
violadas desde el 2004; si se hubiese reunido con la FAPUV, a quien hoy
reconoce como legítimo representante de los profesores, para acordar
condiciones salariales y laborales dignas; si hubiese asignado presupuestos
suficientes para el funcionamiento de las universidades, en vez de congelarlos
durante 6 años, para que hoy reconozca su obligación de financiar la educación universitaria.
Nada de esto estaría pasando hoy.
La FAPUV y el
movimiento estudiantil han estado unidos en la exigencia de mejores condiciones
de trabajo y de estudio. Le toca al Ministro y al gobierno en general llevar a
hechos lo que ha dicho y ratificado en las mesas de diálogo, haciendo honor a la
palabra, porque -¡extrañamente!- también ha reconocido el carácter progresivo
de los derechos laborales, por lo que queda entendido que ninguna convención (léase
I CCU) puede desmejorar las condiciones de trabajo de los profesores.
El
acoso y la violencia no han tenido los efectos que esperaban. Este conflicto es
de las bases profesorales pronunciadas en asambleas y finalizará una vez que se
hayan alcanzado los objetivos planteados.
*Prof. Dpto. Psicología e Investigación
Educativa UDO-Sucre
La resistencia universitaria
UDISTAS
Región,
14-08-2013, p. 14
Ramón
Ochoa*
En franca violación de muchos
aspectos establecidos en la Constitución de la Republica, en la Ley de
Universidades y en las Normas de Homologación,
el gobierno nacional ha tratado de imponer arbitrariamente su ley. Las
universidades y los universitarios (estudiantes, empleados, obreros profesores y
autoridades) han sido violentados con la complicidad oficial que cubre de
impunidad sus desmanes. Los universitarios hemos resistido las arremetidas
malandras del gobierno: el cerco presupuestario hacia las universidades que no
les son afectas, la política de
desconocimiento de las representaciones gremiales de los docentes y una
escalada de ataques legislativos y judiciales para cercenar la autonomía
universitaria. El paro, como acción
gremial de los docentes universitarios, ha sido expresión de esa resistencia. Afortunadamente
estudiantes, empleados y obreros se sumaron
a la lucha en defensa de la universidad y, juntos, hemos logrado
torcerle el brazo a la injusticia; el gobierno sordo, indiferente e insensible
se sentó a dialogar y a acordar con la FAPUV y los rectores de las
universidades.
Hay
que destacar que incluso los aumentos de sueldos y los “beneficios” que algunos
presentan como logros de la I Convención Colectiva Única (la que han pretendido
imponer personeros gremiales del partido de gobierno) fueron precipitados como
un intento para acabar con el paro universitario.
Como
consecuencia del paro y del clima de opinión que hemos generado los
universitarios en conflicto, se suprimieron más de cuarenta cláusulas
intervencionistas que estaban en la propuesta inicial de Convención Colectiva. Adicionalmente,
se ha elevado el conocimiento de la realidad universitaria entre nuestros estudiantes,
otros sectores universitarios y en el público en general, que creían que los
profesores ganábamos sueldos millonarios.
En
el Núcleo de Sucre desenmascaramos a los esquiroles y a los que, desde adentro,
favorecen la vulneración de la autonomía. Particularmente, el Comité de Conflicto
Profesoral ha logrado el reconocimiento de APUDO general, del Consejo Universitario,
de las autoridades del Núcleo y de la colectividad sucrense que nos percibe
como un frente en defensa de la universidad junto con los estudiantes, empleados
y obreros.
Los
universitarios de todo el país hemos logrado defender la Universidad y ejercer
nuestros derechos a la protesta y a exigir mejores condiciones de trabajo a
pesar de los intentos de criminalización y de judicialización. No han logrado amedrentarnos.
No nos hacemos ilusiones con que el
gobierno haya suscrito un acuerdo según el cual respetaría la Constitución y
las leyes, pero ese gesto nos reafirma en la convicción de que debemos seguir
defendiendo la universidad autónoma, democrática y plural.
*Prof. Dpto. Psicología e
Investigac. Educativa UDO-Sucre
Caminata con Boss
UDISTAS
Región, jueves 08-08-2013
Willians Barreto*
Entre
tantos temas para escribir no encontraba uno. Y decidí salir a caminar hacia la
Universidad con mi perro Boss.
Comenzando
la ruta nos encontramos con la valla gigante que anuncia a Maduro como
candidato para la presidencia. Después de tres meses todavía nadie se lo cree y
la propaganda se mantiene para machacar que está en el poder. Hay carroña y basura
acumulada al lado de la valla y unos zamuros posan sobre la cabeza del presidente
impuesto por el CNE. El efecto es nefasto. Mucha gente debe pensar en la pava. Vemos
a los zopilotes cagando el mostacho del “ilustre” obrero de la patria.
Seguimos
nuestro camino y a la izquierda, al pasar el Parque Mucumbarila, aparecen unos
cuantos zamuros más, ahora entre basura y pipotes vacíos tirados como unos boliches
después de una chuza. “Hecho en Socialismo”, pienso.
Comienzo
a inquietarme cuando un perro callejero pretende agredirnos, defiende su
terreno que es la calle de todos. Entre moto-taxistas y perros trato de no
sumergirme en mis pensamientos. Doy inicio a una duda metódica-filosofal, sobre
nuestra aventura peatonal, en la actual Ciudad de Los Caballeros.
Subimos
hacia La Hechicera y a la derecha aparece una pancarta en el Centro de Investigaciones
Astronómicas Francisco Duarte, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la
Ciencia y la Tecnología. Leo: “…si nosotros queremos independencia nacional, es
vital el impulso poderosísimo de la innovación, de la ciencia y la tecnología
adecuadas a nuestras realidades, adecuadas a nuestras máximas necesidades. Hugo
Chávez Frías.” Es una verdad sacrosanta y pienso que así gobernó durante 14
años. Diciendo verdades y a la vez destruyendo los fundamentos institucionales que
dan sustento a esas verdades. Fue un animal político que sabía ocultar su
ignorancia ante sus seguidores. Siempre con una agenda secreta, personalísima. Nos
echó tremenda vaina al dejar chupando a Zam.
Pasamos
tangente a la Facultad de Ciencias en el Núcleo Pedro Rincón Gutiérrez,
comenzamos a bajar por Los Chorros y una viejecita muy simpática me dijo: “-Ay
mijo, tráigase un palo de escoba, su perro es muy noble y por aquí hay muchos
perros callejeros sueltos”. “–Gracias, señora -le respondo-, muy amable por su
consejo”. Camino, luego existo. Pienso que todavía hay mucha gente noble en
este país. Y comenzamos a caminar más rápido. Ya pasamos lo peor. “What
does not kill you makes you stronger.” No
logro precisar el autor de la cita en el bochorno de mi caminata con Boss. Es
un Golden Retriever.
Pero
nos detiene un grafito gobiernero. Reza: “¡Haz lo tuyo, mantén limpia tu
comunidad! Min. Ambiente, JPSUV Libertador”. Y pienso: “Seguramente soy el
único bolsa que recoge por aquí la caca de su perro.”
No hay Ciencia ni Tecnología ni Innovación sin las universidades
autónomas, lo demás es mierda y basura. Y recuerdo que no quería escribir sobre
la primera convención colectiva única.
*Profesor
Centro de Física Fundamental-ULA
Entre lo ético y lo justo
UDISTAS
Región, 31-07-2013,
p.14
José Marcano Carpintero*
En
algún momento de nuestra existencia habremos de toparnos con circunstancias que
ameriten la toma de decisiones que en esencia son engorrosas, sobre todo si de
ellas surgen situaciones que afectarán a terceros. Es en esas circunstancias
cuando entran en juego dos valores fundamentales en el accionar del hombre: la
ética y la justicia; momento propicio para probar el talante como profesional y
como ciudadano.
En
un ejercicio de interpretación revisemos las implicaturas de los dos términos.
Lo ético está relacionado con la
capacidad y la sensibilidad que posee el ser humano para tomar decisiones
correctas en ámbitos que se debaten en los terrenos de la moralidad (lo bueno y
lo malo), en el momento oportuno y sin efectos que trasgredan la norma y
empañen su imagen social. Lo justo,
vinculado con los deberes y derechos del ciudadano; lo que por naturaleza de
las funciones y acciones que ejerzamos nos corresponde; la distribución
equitativa de los beneficios, los premios o castigos derivados de nuestras
conductas.
Hay,
sin embargo, una tendencia equívoca a confundir lo que engloban justicia y
ética, sobre todo en contextos donde entran en juego los intereses de grupos y
sectores, que por su endeble constitución estructural sienten tambalear los cimientos
que los sostienen cuando quienes no comulgan con sus ideas toman decisiones
transcendentales. En los últimos meses, el mismo tiempo que ha durado el
conflicto universitario, he oído, no sin sentir inquietud y desasosiego, cómo
se pronuncia con ligereza la palabra ética. Que no es ético cobrar, que es
inmoral un paro; no es ético recibir las bondades de un aumento de sueldo ni
las prerrogativas inmersas en la nueva normativa laboral; no parece ético
asumir una posición crítica.
Antes
de sumarnos al paro universitario fueron varios los debates y consultas hechas
y, aunque la tendencia era irreversible en el colectivo, personalmente muchos
eran los cuestionamientos de la pertinencia de ese paro; pero en la medida en que
hemos ido avanzando, irrefutablemente el paro ha aparecido como justo porque
los reclamos son justos.
Por
el camino que vamos las Normas de Homologación pudieran ser reconocidas y con
ello reconocida la inmensa deuda que han generado, me pregunto: ¿En ese caso, quienes
ahora dicen que no es ético que cobremos el pírrico abono a nuestras demandas
salariales, comprarían un cheque de gerencia y lo depositarían en un tribunal,
porque éticamente no estarían de acuerdo con el paro y con ese pago? Sería
justo…
* Prof.
Dpto. Currículo y Admón. Educativa UDO-Sucre
Apuntes sobre autonomía universitaria
UDISTAS
Región,
24-07-2013, p.14
Orángel Morey Lezama*
En los últimos días se
ha venido hablando de autonomía universitaria con opiniones muy contrarias y,
en algunos casos, alejadas de su sentido original. De allí que sea oportuno
hacer una breves precisiones históricas y, sobre todo, destacar la importancia
y pertinencia de la autonomía en nuestras universidades. Nos parece que es
necesario insistir en este tema debido a la vulneración que se ha pretendido
hacer de la autonomía en la I Convención Colectiva Única para el sector
universitario.
La idea de universidad,
tal cual la conocemos hoy, fue desarrollada hace doscientos años. En 1810
Wilhelm von Humboldt refundó el concepto de universidad con la creación de la
Universidad de Berlín, hoy conocida como Universidad Humboldt de Berlín.
La concepción y
creación de la Universidad de Berlín representa una muy importante ruptura en
relación con la tradicional, pues diversificó la dedicación de la universidad a
distintas áreas, al margen de la rigurosa supervisión religiosa a la que
estaban sometidas las universidades.
Con Humboldt se
demostró que la investigación universitaria debe tener fines libres de
cualquier atadura, sea del tipo que sea, para producir tres cosas: primero,
generar conocimiento; segundo, desarrollar la capacidad de las personas a
pensar de modo crítico, diferente e independiente, que redunde en la libertad
de la enseñanza; y en tercer lugar, por medio de la extensión, hacer funcionar
un universo para iluminar a la sociedad, de modo que pueda participar en asuntos
públicos de importancia social y pueda contribuir a lograr un Estado más
responsable.
De manera que cuando se
trata de encasillar a la universidad en un pensamiento único y su aplicación a
ultranza, se intenta subordinar el interés científico al de la ideología política
y esto, como ha sucedido en otras partes del mundo, aleja a los universitarios
de la búsqueda e indagación del conocimiento, ya que parte de prejuicios, y de
tal modo termina fracasando la universidad.
Por otra parte, los
centros universitarios de enseñanza, al perder la posibilidad de presentar visiones
y pensares heterogéneos, se convertirían, sin duda alguna, en centros de
adoctrinamiento; nada más alejado del sentido real de universidad y de educación,
por no permitir el pensamiento crítico, diferente e independiente.
Aunque se sabe que en
la actualidad una serie de acontecimientos han creado las condiciones para una
reinvención de la universidad, la autonomía universitaria es garantía para que aquella,
con un coherente desarrollo y profundización del conocimiento a través de sus
investigaciones, pueda incidir realmente en dirigir al país por el camino
adecuado y con ello se puedan revertir las desigualdades en la sociedad.
*Prof.
Dpto. Filosofía y Letras UDO-Sucre
martes, 8 de octubre de 2013
CONFLICTO UNIVERSITARIO: MIRADA PUNTUAL Y RESUMIDA
Sobre la asamblea del 01-10-2013
En
comunicación pública del 07-09-2013, la Junta Directiva de la FAPUV propuso a
las asambleas generales de los profesores universitarios considerar la
suspensión temporal del cese de actividades académicas pero manteniendo el
conflicto; así como establecer el 14 de noviembre de 2013 como fecha para
evaluar los avances en la discusión con el gobierno nacional para la solución satisfactoria
del conflicto universitario.
Esa
asamblea era esperada por la gran mayoría de los profesores de nuestro Núcleo.
Sin embargo, los directivos de nuestra asociación la convocaron casi en contra
de su voluntad, y con una agenda que delataba sus propósitos manipuladores, al intentar
desplazar el obvio asunto central sobre el cual debíamos decidir, y confundir al
respecto; por ello introdujeron un punto de carácter informativo a favor de la
Convención Colectiva Única, herramienta rechazada por gran número de profesores
de aquí y del país a través de nuestra federación, y ya, en segundo lugar, un
punto que en su redacción se apartaba de lo pertinentemente gremial: no nos
correspondía decidir “Inicio de clases”, pues es competencia de las
autoridades, sino suspensión (o no) del paro.
Pero
hay más. Se dio la asamblea, “contra viento y marea”, en su tercera
convocatoria. Ignorando aspectos elementales de toda asamblea (secretaría,
duración de intervenciones, etc.), se quiso soslayar algo fundamental: la
consideración de la agenda. Y para colmo introducir un ítem nuevo, la
información del Prof. Ney Luiggi acerca de la decisión del Consejo
Universitario; el descontento ante el abuso llevó a rechazarla (63 en contra y
28 a favor). Reponiéndonos de la arbitrariedad, propusimos que el punto de
agenda fuera el “levantamiento del cese de actividades”. El Presidente de
APUDONS, profesor Centeno, en reacción furiosa e intransigente, sometió
abruptamente a votación el “inicio de clases” y –sin ni siquiera contar los
votos– fue considerado aprobado mayoritariamente; no era el sentido propuesto,
aunque el resultado final es la
suspensión del paro indefinido.
Actuación de la Junta Directiva del APUDONS en el conflicto
Durante el desarrollo del conflicto se
ha evidenciado que quienes fungen como directivos de APUDONS no están a la
altura de las circunstancias. Esto ha ocurrido porque, a sabiendas de que no
cuentan con el apoyo de la mayoría profesoral, han tratado de imponer su agenda
política.
La bochornosa actuación en la asamblea comentada
tiene sus precedentes desde noviembre 2012 y febrero 2013, cuando negaron la
posibilidad de convocar asambleas para discutir la propuesta de Convención
Colectiva Única (CCU); en abril 2013, al anunciar públicamente que no acatarían
los llamados a paros escalonados convocados por FAPUV, comprometiendo a todos
los asociados sin haber sido consultados; en mayo 2013, al no transigir en
reformular la redacción de la pregunta que se haría en el referendo; ese mismo
mes, al no respetar la decisión de la mayoría en referendo de adherirse al paro
nacional de universidades, participar de forma supeditada (sin derecho a voto)
en la discusión e impulso de la CCU, utilizando para ellos los recursos de
APUDONS; en mayo y julio, al no cumplir con sus deber de convocar las asambleas
extraordinarias solicitadas de acuerdo a los estatutos; y por último, al
fomentar la creación de un sindicato paralelo, sin renunciar a su posición de
directivos de APUDONS.
Rechazo
a la imposición de la Convención Colectiva Única
Uno de los elementos más sensibles del
conflicto universitario, desde inicios del presente año, ha sido la imposición
por parte del gobierno de la llamada Convención Colectiva Única, documento
normativo que, en muchos aspectos, viola derechos contenidos en la Constitución
Nacional y en la Ley de Universidades y propios del ejercicio profesional. Cabe
destacar que nuestro gremio no participó en la elaboración de tal documento ni
lo firmó.
A pesar de que, producto de la presión
universitaria, se eliminaron más de cuarenta cláusulas que atentaban contra
principios elementales de la libertad democrática, la autonomía universitaria y
el funcionamiento de las comunidades académicas, en este documento persisten
artículos que ponen en peligro, cuando no echan por tierra, derechos
consagrados de las universidades y de los gremios universitarios, entre ellos,
el de la progresividad e intangibilidad de los derechos laborales, como ocurre
con los jubilados. Aún así, y ello es patente en los manejos de la Junta
Directiva de la APUDONS, profesores que dicen representar el gremio pero actúan
como personeros del gobierno, pretenden la aplicación de
cláusulas aisladas de esa convención, para lo cual, engañosamente, recopilan
información e instan a los profesores a cumplir trámites burocráticos para los
cuales no están facultados.
Nuestro
gremio, en conflicto, no acata mandatos de la CCU; a los beneficios salariales
recogidos en ella tenemos derecho por aplicación de lo consagrado en la
Constitución y en la Ley del Trabajo, y así ha sido expresado: son un anticipo
del ajuste salarial exigido. Nuestro instrumento legal, aceptado y vigente son
las Normas de Homologación, que puede ser revisado para el mejoramiento de las
condiciones laborales presentes, pero no sustituido de facto, sin nuestro
consentimiento como gremio.
El CU y los profesores de Carúpano
La decisión tomada por el
Consejo Universitario de extender el semestre hasta el 20 de diciembre
ratifica, en la mayoría de sus partes, un reconocimiento de la legalidad de las
acciones mantenidas por la gran mayoría de los profesores de nuestra casa de
estudio al establecer un lapso de actividades y unas direcciones operativas
para que tanto docentes como estudiantes puedan retornar sin mayores presiones
a las aulas de clases, ratificando de esta manera el derecho que la
Constitución Nacional y las leyes y reglamentos nos proveen como ciudadanos.
Lamentablemente ese derecho que parece cubrir a
todos los núcleos de la Universidad de Oriente no fue considerado en el Núcleo
de Sucre.
Nuestras
circunstancias políticas particulares permitieron que algunos docentes
desobedecieran la decisión tomada democráticamente mediante referéndum y la
obscena presión sobre otros profesores derivó en su abandono del cese de
actividades académicas. El colmo de este ejercicio fascista fue vivido por los
docentes del campus Carúpano que votaron a favor del cese de actividades y que
actuaron consecuentemente con su decisión. Dichos docentes fueron sometidos a
diferentes riesgos y presiones psicológicas. A lo que se suma la desventurada
decisión del Consejo Universitario, organismo que de manera discrecional normó,
para el campus Carúpano, de una manera discriminatoria.
Los profesores de Carúpano comenzaron su
semestre en idéntica fecha, dictaron clases hasta el mismo momento que los demás
docentes de la universidad, y ejercieron su derecho al gremio y al reclamo de
beneficios contractuales como cualquier otro docente y como cualquier ciudadano
tiene derecho a hacerlo. La decisión discriminatoria, contemplada en el punto 5
de las disposiciones del CU, que coloca en desigualdad de condiciones a los
docentes de Carúpano lo que hace es ratificar la efectividad de las presiones
fascistas sobre un grupo y mermar su disposición a actuar de acuerdo a su
conciencia en la búsqueda de un mundo mejor.
Las leyes y los reglamentos están pensados para ser universales, no
discriminatorios ni discrecionales. Al Consejo Universitario de nuestra
Universidad de Oriente se le pasó ese detalle.
*********
Le
expresamos a los compañeros de ASPUDO nuestra solidaridad con su justo reclamo.
Sus derechos, adquiridos desde hace muchos años, no pueden ser desconocidos. Así
lo disponen la Constitución Nacional, la Ley Orgánica del Trabajo, la
Convención Colectiva UDO-ASPUDO 1994, la Convención Colectiva UDO-ASPUDO 2007-2010,
y la Resolución del CU-UDO 2380, desde donde nacen sus derechos.
Comité de Conflicto Profesoral UDO-Sucre
Cumaná, 04-10-2013
miércoles, 17 de julio de 2013
Lecciones de sumisión
UDISTAS
Región, 17-07-2013, p.14
Adriana Cabrera*
No hay nada que sea
más antinatural para un maestro que abstenerse de educar. Es así, porque ser
docente es una condición personal, una vocación, no sólo un trabajo. Hoy, los profesores
universitarios, agobiados por las condiciones laborales y por la amenaza sobre
la autonomía, han emprendido un cese de actividades académicas. Y lo han hecho
con dolor, venciendo muchas reconvenciones internas, en el entendido de que lo
que se juega es la vida de la universidad. No entender la magnitud de la
amenaza requiere, sin duda, muy altas dosis de ingenuidad o de ceguera
ideológica.
La autonomía es ese
concepto luminoso de rango constitucional e incidencias muy concretas que
sostiene el ser de la universidad. Se ejerce mediante la capacidad de sus
instituciones para autocoordinarse y administrarse, por supuesto, respetando
las normas del Estado. Madre de la libertad de pensamiento, garantía
democrática de la coexistencia de las diferencias (expresadas académicamente en
la libertad de cátedra), es una condición que el Estado está obligado a
proteger. Por supuesto, resulta incómoda para todos los gobiernos, sobre todo si
son autoritarios.
Desde hace años, este
gobierno imparte a las universidades lecciones de sumisión. Trataré de resumir:
La primera, implica
ya muchos años de asfixia presupuestaria que han sumido a las instituciones en
la depauperación de su infraestructura y servicios estudiantiles, tanto como de
las posibilidades de investigación y producción académicas.
La segunda, la más
conocida, el enflaquecimiento de los sueldos de los profesores y el resto de
los trabajadores universitarios a extremos míseros, en muchos casos, por debajo
del sueldo mínimo establecido.
La tercera, tiene
como objetivo principal el intervencionismo sobre los fondos y el patrimonio de
las universidades. No se ha tratado únicamente de expropiaciones de dudosa
legalidad, sino de injerencias indebidas sobre fondos que se han constituido
con esfuerzo económico de los universitarios. La cuarta lección sólo podía
darse al avanzar sobre las anteriores: sometidos a la costumbre del maltrato
institucional, agotados por condiciones de vida insostenibles, el gobierno
ofrece aumentos engañosos e insuficientes (entre otras razones porque nos
despoja de años de trabajo que deben traducirse en prestaciones) a cambio de
consentir, bajo los términos de la Convención Colectiva, el menoscabo de la
autonomía universitaria. Al actual Ministro de Educación Universitaria le ha
tocado trabar el yugo. Pero la bestia resultó terca y no termina de someterse.
Destinada para el saber, hay lecciones que se niega a acatar.
Los universitarios comenzarán a recibir en sus cuentas
bancarias pagos de un engañoso aumento impuesto (los yugos también se uncen con
miel) y conviene recordar que las lecciones de sumisión enseñan a agradecer
como dádivas lo que es derecho, fruto del esfuerzo honrado. Esas lecciones no
forman docentes ni ciudadanos, sólo adiestran la obediencia y el conformismo.
_____________________
* Profa. Dpto. Filosofía y
Letras UDO-Sucre
miércoles, 10 de julio de 2013
El extravío como estrategia
UDISTAS
Región, 10-07-2013, p.14
Graciela Acevedo*
La mejor manera de extraviar a
alguien es hacerle perder las
referencias; por eso en el infantil juego de la gallinita ciega tapan nuestros
ojos con una venda bien apretada y así, impedidos de mirar, nos hacen perder la
orientación, dándonos vueltas, llevándonos
de un lugar a otro, ensordeciéndonos, mientras el otro, la masa burlona,
goza viéndonos desorientados, yendo de
un lado a otro mientras extendemos nuestros brazos, tanteando para encontrar un
punto de apoyo, la referencia necesaria para hallar “lo que se nos ha perdido”.
¿Que tiene que ver este inocente
juego con las estrategias implementadas por el gobierno nacional en relación al
trato que le está dando a la crisis universitaria? Respondo inmediatamente:
¡todo!
El gobierno nacional quiere extraviar lo
universitario borrando las referencias, borrando la historia de la
institucionalidad universitaria, desconociendo reglamentos y leyes, apretando
nuestros sentidos con sueldos de humillación, mareándonos con ofrecimientos
dignos de la comparación “perlas por espejitos de colores” o la del “paquete
chileno”, amenazándonos con la perdición en el mar de los desempleados,
azuzando a los estudiantes contra sus profesores; mientras goza (masa burlista)
con ese gozo que solo puede producirse en la ignorancia más vasta, absurdo gozo
éste donde el ignorante pretende torcer la vía del que conoce, apareciendo como
salvador.
Con la Convención Colectiva Única el
gobierno intenta descaminarnos haciéndonos discutir sobre cifras, bonos,
beneficios, primas, planes de vivienda,
de vehículos, controles estadales y sociales, responsabilidades que tendría que
asumir como Estado y que nos endilga, becas, ayudas, etc. Pretende el régimen
desviar, con un mamotreto que quiere imponer por vía de facto, nuestra
atención, para distraernos de lo verdaderamente importante, la obligación de
defender, ante un ataque sistemático, la universidad, la casa de la ciencia.
Olvida el gobierno que los docentes
tenemos certeza sobre la idea y la función de la universidad. La Universidad
recoge, desde hace siglos, a las comunidades que se nutren con los intereses
espirituales de profesores y estudiantes dirigidos por la búsqueda de la verdad
y de otros valores trascendentales (entre los que resalta la libertad, que
tiene una expresión en la autonomía universitaria). No necesitamos más
referencia que esta, estatuida, por lo demás, en nuestra Constitución y en
nuestra Ley de Universidades.
Verdad, ciencia (universalidad) y
libertad son puntos de referencia del ser universitario, y con esas palabras,
convertidas en valores, se pueden nutrir los contenidos programáticos de todas
las clases universitarias. Por eso cuando mis estudiantes me preguntan: “¿Profe,
cuándo tendremos clases?”, siempre estoy tentada de responderles: “Cuando me
garanticen que daré una clase para universitarios, es decir, cuando pueda
enseñar mi ciencia, de acuerdo a condiciones de universalidad, sin tener que
sofocar mi verdad, es decir, en libertad.
Otra labor de lo universitario, de
los universitarios, es formar a los que superarán a los estrategas ineptos, por
el bien de las naciones.
__________________
*Profa. Dpto. Sociología UDO-Sucre
miércoles, 3 de julio de 2013
Ni Discurso, ni Método
UDISTAS
Región,
03-07-2013, p.14
Henrry Lezama*
El conflicto universitario
persiste. La salida expedita y lógica la tiene el gobierno, pero sabemos que
los lineamientos heredados dictan trancar el juego aunque se pierda la mano. A
diferencia del dominó, aquí se está perdiendo todo el cuerpo. En su afán por
redefinir todo, este gobierno desecha lo que los universitarios más valoramos:
el conocimiento científico comprobado vía confrontación de hipótesis; las
conclusiones lógicas derivadas de evidencia empírica. Por eso el pensamiento
libre resulta tan peligroso para el dogmatismo. Ningún investigador continuaría
utilizando el mismo método o manteniendo las mismas posturas si la
investigación arroja resultados adversos. Sólo la terquedad de una ideología
manipuladora de masas, adicta al poder como fin último, en detrimento de la
razón y del pueblo que dicen amar, puede imponer realidades tan absurdas como
las que vivimos a diario y pretender que las aceptemos sin protestar sólo
porque se han rebautizado.
Desde la óptica roja, los golpes
de estado sangrientos se convierten en “locuras de amor”, insurrecciones
populares que dignifican. Los militares autoritarios y de cuestionada moral son
héroes de la patria nueva, dignos de desempeñar los más altos cargos civiles.
Los otrora estudiantes terroristas y desestabilizadores se convierten en
revolucionarios ejemplares igualmente dignos de gobernar. Las devaluaciones son
ajustes, la inseguridad es una sensación y las cárceles dantescas son
comunidades. La lista es larga y cada lector sabe de algún otro cambio nominal
que en nada ha mejorado la realidad que renombra.
Las universidades no son la
excepción. Se alardea, como si fuera argumento válido para defender la
subrepticia Convención Colectiva Única y terminar el conflicto, que somos el
2do país latinoamericano y el 5to en el mundo con mayor matrícula
universitaria. Los problemas son: ¿En qué tipo de universidades están cursando
estudios nuestros estudiantes? ¿Cuál es la calidad de los campus universitarios
en lo que respecta a infraestructura, dotación, servicios, personal y
remuneración de ese personal? ¿Cuál es el mercado laboral que espera a esa
quinta matrícula más alta del mundo? No es suficiente un rabo de gato para que
el sapo deje de ser sapo. Existen estándares mundiales que hasta nuestras más
antiguas y prestigiosas universidades ya empiezan a reprobar. Si la oferta es
cantidad por calidad y títulos a cambio de una lobotomía, esta obviamente es
una oferta engañosa.
La destrucción de las universidades autónomas para incrementar la
matrícula universitaria es innecesaria. Bastaría redimensionar
las universidades existentes, mejorarlas estructuralmente, depurarlas
administrativamente y extender su alcance social. En el peor de los casos, si
persiste la necesidad de ver desaparecer las
universidades autónomas, el gobierno debe crear
nuevas y mejores instituciones que sustenten nuestras pretensiones de
potencia mundial. Observación-Hipótesis-Experimentación-Resultados-Conclusión.
El método es sencillo.
_______________________
* Prof. Dpto. Idiomas Modernos
UDO-Sucre
miércoles, 26 de junio de 2013
El amor y la verdad
UDISTAS
Región, 26-06-2013,
p.14
Francys Peretti*
3… 21… 22…1000…1984…1990… 2400... No, no son sumas. El
pasado 21 de junio volví a sentir el calor, los nervios y la felicidad de un
graduando, pero esta vez, desde la distancia, como una profesora en conflicto
universitario. En sólo 3 segundos, un nombre hacía vibrar de emoción a toda una
familia y amigos; un gran logro de cada individuo, y aún más, en los últimos
tiempos. Graduarse es como un 1º de enero, sólo que todo el amor y el “feliz
año”, lo recibe el graduando.
A decir verdad, no es la primera vez que desfilan ante
mis ojos tantas caras felices y manos nerviosas. En mis casi 22 años como
docente en la Universidad de Oriente (Sucre), y con más de 1000 estudiantes
pincelados en mis recuerdos, estos rostros han enmarcado el amor hacia mi
profesión y mis ganas de salir adelante, a pesar de los claroscuros que en nuestra
Institución se han dibujado.
Sin embargo, esa noche, en un jardín abarrotado de tanta
gala y alegría, no dejaba de pensar aún más atrás en el tiempo… La Universidad
me vio crecer correteando en los alrededores de Cursos Básicos y de los jardines
de rosas, porque soy hija de una de sus
empleadas jubiladas. Y esos mismos jardines me saludaban en mis tiempos
de estudiante, en mis idas diarias hacia mis salones de clases. 1984 a 1990: dos
semestres perdidos cuando el personal decidió pararse por asuntos de pago. ¿Y
qué debía hacer? ¿Imputar a mi madre por defender sus derechos? Era mi semestre
o la subsistencia en mi hogar ¡Juego trancado!
En muchos años no le he fallado a mis estudiantes; mi
amor a mi profesión me ha llevado a sacrificar mi propia dignidad para no
dejarlos perder un semestre; y los profesores hemos trabajado, aún con las
condiciones de abandono y desidia que fluye en cada rincón del Núcleo,
batallando contra la injusticia de una política que pretende destruir uno de
nuestros patrimonios más valiosos, la Universidad. La verdad, 2.400 mensuales
ha sido sólo parte del problema. Y en este conflicto, en protestas pacíficas,
mi lucha se ha tomado de la mano con la lucha de otros, para defender además una
autonomía que significa libertad, pluralidad, esperanza, futuro. Nuestra
resistencia contra el autoritarismo ya no está en estado vegetal.
Le estaríamos
fallando realmente a nuestros estudiantes, regulares y egresados, si le siguiéramos
el juego a los voceros oficialistas. No le entregaremos nuestros derechos y
principios ni la Universidad a la mentira y la corrupción. El amor hacia nuestra
profesión no tiene límites, pero la realidad ya sobrepasa el colmo de la
miseria humana y el descaro constitucional.
_________________________
*
Profa. Dpto. Idiomas Modernos UDO-Sucre
miércoles, 19 de junio de 2013
Convención colectiva y dignidad universitaria
UDISTAS
Región, 19-06-2013, p.14
José
Malavé M.*
El 14 de junio comenzó a difundirse la engañosa noticia de
que los trabajadores universitarios, incluidos los profesores, habían alcanzado
“un aumento de más del 100%” en beneficios salariales. Y con tal especie
comenzaron a circular, igualmente, las falsedades, los chantajes, las amenazas,
modos tan característicos de los sectores oficialistas.
No
se puede entrar a considerar aquí el engaño que suponen esos “aumentos”; ya
habrá espacio para ello, aunque sí podría adelantarse que no contemplan los
índices inflacionarios, y en particular el valor actual de las canastas
alimentaria y básica, lo que los hace poco reales y apropiados. Este “logro” es
el producto de un “acuerdo” levantado sobre un texto falaz y muy peligroso para
la universidad venezolana: la Convención Colectiva Única.
La
opinión común desconoce el contenido de ese adefesio, pero también lo ignoran
muchos universitarios. Se trata de una estratagema armada para tratar de dejar
a un lado a la FAPUV (y a su directiva), la auténtica organización
representativa de los profesores universitarios (reúne a 40.000 docentes), y en
su lugar colocar a “federaciones sindicales” cuya representatividad está en
cuestión, pues no son el producto de ningún proceso electoral democrático. Y no
sólo “negociar” aparte, sin estorbo, acuerdos que desconocen los derechos de
rango legal recogidos en las Normas de Homologación aprobadas en 1982 y todavía
vigentes (ver https://docs.google.com/file/d/0B5VjlDKUUR1NUmNscGRZempBUUE/edit), sino, más grave aún, hacerlo sólo con
entes del gobierno (violación legal) y permitir que se deslicen a través de ese
instrumento contractual dañinas implicaciones como la negación de la pluralidad
de la universidad, de la autonomía universitaria, de la condición académica;
con lo cual se estaría violando la Constitución Nacional, la Ley de
Universidades vigente y otras normas legales.
Por
limitaciones de espacio sólo veamos dos ejemplos:
En la cláusula 6
se establece que el empleador (que pareciera ser ahora el Ministerio de
Educación Universitaria, y no las autoridades rectorales de cada universidad,
pues ni siquiera fueron incluidas en la “discusión” de la convención colectiva)
y las federaciones se comprometen a la divulgación de la ética socialista en
las instituciones de educación universitaria. Con este compromiso se estaría
imponiendo una línea de pensamiento, lo cual negaría el principio
constitucional y legal del pluralismo político.
En la cláusula 96,donde se aborda
lo relativo a la libertad de cátedra, se dispone que los programas de las
asignaturas, las evaluaciones y los planes de Investigación, Extensión y
Producción deberán estar en concordancia con el contenido de la Cláusula 6 de
la presente Convención Colectiva Única, y ya vimos el sesgo político allí
establecido. Es decir, que también la cátedra estará sometida a condicionantes
que amenazan el carácter plural propio de la educación universitaria.
Esta convención que se nos
quiere imponer vulneraría radicalmente el ser y sentido de la universidad.
*
Prof. Dpto. Filosofía y Letras UDO-Sucre
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