jueves, 12 de mayo de 2011

DE LIMOSNA NO SE VIVE





Miércoles 10 de mayo de 2011 / p. 18

Los profesores universitarios tenemos aproximadamente siete años intentando, sin éxito, ser oídos por este gobierno tan “humanista”, “incluyente” y “de los trabajadores” que desde el año 2004 procedió a desconocer las normas de homologación. Como consecuencia de ello, se ha producido una caída significativa del poder adquisitivo del salario de profesores e investigadores de educación superior.

Después de tres años, el Presidente anunció el devaluado, extemporáneo y pírrico aumento del 40%. Tremenda burla. Era lo que correspondía al año 2008, como reconoció él mismo, pero es ahora cuando nos fue otorgado. Este aumento se diluye en el proceso híper-inflacionario de la macroeconomía venezolana, en la que los indicadores en los últimos años llegan a límites inimaginables: en 2008 la inflación fue de 33,8%; en 2009 cerró en 34,6% y en 2010 alcanzó el 27,2%. Por si esto fuera poco, en este período vivimos un proceso sistemático de devaluación que tuvo su punto cumbre en enero del 2010, cuando se pasó de un sistema cambiario de 2,15 a uno de 4,30 Bsf. por dólar, es decir, una devaluación del 100%; y aun así se nos quiere aumentar como si viviéramos en una economía estable.

Con este anuncio el Presidente echa por tierra su cacareada disposición al diálogo -cosa que, a juzgar por los hechos, no pasa de una finta- porque mientras las mesas de diálogo producían documentos que tenían como base las normas de homologación, él jugaba a una posición adelantada, echando por tierra lo allí acordado entre gremios y representantes del ejecutivo nacional. Esta práctica parece confirmar el despropósito de degradarnos como profesionales, igual como se pretendió hacer con la devuelta Ley de Educación Superior, donde sólo se nos reconocía como simples “trabajadores académicos” Además ahora se quiere imponer una política salarial para que los “trabajadores académicos” seamos más pobres.

Es insólito que países con menos recursos financieros (en divisas) paguen al sector laboral universitario sueldos superiores a los nuestros, con lo que los profesores universitarios venezolanos quedamos como los peor pagados en América Latina. En Ecuador, un docente universitario tiene un salario de $3.500 al mes; en Colombia, es de $5.000; en México de $ 4.500, y el profesor venezolano gana $370 (Profesor Instructor- menor escalafón) y $1.200 (Profesor Titular- mayor escalafón) Estos datos son calculados a dólar oficial de Bs. 4,30, y es importante decir que se trata de sueldos para profesores a dedicación exclusiva, a quienes se les prohíbe tener otro empleo.

La Revista de Ciencias Gerenciales (Facultad de Ciencias Económicas y Sociales-LUZ, 2009) compara el salario del profesor universitario con otros oficios y afirma que “…otros oficios como taxista, comerciante o vendedores informales ganan más que un docente universitario. En el sector privado, visitadores médicos, gerentes y encargados de departamentos en empresas tienen sueldos mucho más atractivos y sin el esfuerzo que exige la carrera académica”.

Los profesores hemos advertido a los entes oficiales, en todas la oportunidades posibles, las insuficiencias, recortes y reconducciones del presupuesto universitario, lo que se ha constituido en un cerco que no permite la construcción de nuevas aulas, por lo que las plantas físicas existentes pronto serán ruinas; no se crean nuevos código-cargo, por lo tanto no hay concursos para la contratación o reposición del personal (docente, administrativo y obrero); y no se dotan los laboratorios, bibliotecas, transportes. Además, se incumple lo relativo a la cancelación de las prestaciones sociales y a los intereses que han generado desde año 1998; se discrimina al personal docente de nuestras casas de estudio cuando no se le cancela el bono de alimentación a becarios, jubilados y pensionados, pasa lo mismo cuando no se le reconocen beneficios que le son otorgados al personal administrativo y obrero.

El Presidente habla de inclusión y equidad entre los venezolanos; los profesores universitarios también, pero además hablamos de justicia, la que merecemos todos, porque ningún gobierno en la historia republicana de Venezuela ha obtenido ingresos tan cuantiosos por renta petrolera como éste. Aún cuando los profesores universitarios somos ahora más pobres, no aceptamos limosnas para vivir en revolución.

Prof. Rafael Rasse

Dpto. Psicología e Investigación Educativa

udistasns@gmail.com

http://udistasns.blogspot.com


2 comentarios:

UDISTAS Nùcleo de Sucre dijo...

EDUARDO MALDONADO: Distinguido Profesor:
Me permito dirigirme con éstas breves líneas para compartir y ofrecerle mi apoyo, aunque modesto, a todo lo planteado en su misiva: "DE LIMOSNA NO SE VIVE".
La discriminación es tan perversa, que aquellos que tiene unos salarios, comparados con los nuestros son "astronómicos", inalcanzables...Los académicos no son diferentes del trabajador de la economía informal por ejemplo: Buhonero, y peor aún, estos no tienen patrón ni pagan impuestos, nosotros sí,la propia Academia !. La Constitución, que SIEMPRE ha sido el apoyo jurídico, ahora también, pero parece solo en el papel, porque éste aguanta todo...(!) Es la ley del embudo...
Sería muy interesante comparar los salarios de varias actividades reprentativas en la economía del país, por ejemplo: De las universidades: Rectores, profesores, empleados...;de los tribunales de Justicia, de un Juez, de los del TSJ; de la plana mayor del Banco; de PEDEVESA; de las FAN....etc. así para que la ciudadanía vea que los profesores universitarios no son esos "privilegiados" como van propagando malintencionadamente y claro el común de la gente cree y saca sus conclusiones erradas , inducidas obviamente.
Sin otro particular,le reitero mi adhesión y simpatía por su posición. Es la posición del profesor universitario de todo el país, claro que hay excepciones...pero muy pocas y bien identificadas...

Prof. Eduardo M. Maldonado P.

UDISTAS Nùcleo de Sucre dijo...

Prof. Celestino Flores: Es evidente que, en lo esencial, tenemos que estar de acuerdo con el colega y amigo Rafael Rasse. APUDO-General o FAPUV deberían afirmar este planteamiento mediante una documento contundente, con identidad propia, ante el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y demás integrantes del Consejo de Ministros con copia a la Asamblea Nacional y otros entes estratégicos sobre la materia. Todos los años, tal como se hace con la línea de salario mínimo debería hacerse con el sector docente en forma global, es decir, desde primaria e inicial. Los gremios docentes de todo el país están dormidos. Las revoluciones son para despertar, para la acción. Dijo el Libertador: "La inacción es la imagen de la muerte". Así están todos los gremios, en el sueño eterno, en incereíble letargo, Decía Martí que un país debe tener sus docentes bien remunerados y bien dotados para que según decía Bolívar acometan, junto con los artistas y los científicos, con gana bolivariana y mirandista, el proceso de labrado de la imagen de la Patria hacia la grandeza. Con respecto a los docentes, está funcionando a sus anchas la quinta columna antirrevolucionaria y fascista que está incrustada en los ministrios de Educación. Saludos cordiales,
Prof. Celestino Flores