lunes, 2 de mayo de 2011

PASITO A PASITO (¡AL TROTE, AR!)






Cuando trabajo en talleres con maestros siempre les pregunto cuáles son los temas que les resultan más difíciles de tratar con niños. La respuesta es unánime y clara: muerte y sexo. Las razones son también muy claras: aunque convienen en que ambos aspectos forman parte del ciclo natural de la vida y de la naturaleza humana, ambos están asociados también a las atrocidades mayores. Es así porque queremos proteger a la infancia de la cultura de la violencia y la muerte. Es así porque es propio de un padre querer criar a sus hijos en el afán de la vida, de las formas que brotan y crecen. Es así porque entendemos que la inocencia es un don de la infancia que debe ser amparado.

La mentalidad belicista no entiende de estos asuntos. En el ejército se entrenan soldados, no se educan niños. A qué, me pregunto, como madre y educadora, como ciudadana de este país, este afán por “militarizar” todo. Me pregunto como profesional, qué significa que el Ministerio del Poder Popular para la Defensa le diga al de Educación cuáles son los ejes rectores de la educación de nuestros niños y cuál es el fundamento que dicta la legitimidad de ese poder. Qué vacilación del sentido de propiedad ocurre en un país para que un estamento profesional rebase de manera tan violenta el espacio específico de su actuación y se abrogue el derecho de constituirse en la lente del mundo y en el marco general de nuestro acomodo social. No otra cosa dicta la resolución número 017621 del Ministerio de la Defensa, aparecida en Gaceta Oficial del 24 de marzo de 2011, cuando ordena la creación de la materia Educación para la Defensa Integral y la establece “como eje integrador en los subsistemas de educación básica y universitaria, la cual debe ser contemplada en los programas y pensa de estudios de los institutos y centros educativos del Sistema de Educación Nacional". Es decir, un eje rector de la educación de los niños desde el primer grado. Niños de siete años en adelante. ¿Para qué? ¿Para, como establecen los ejercicios a pie firme, adoptar rápidamente disposiciones de combate?

El ministro de la Defensa puede minimizar estos hechos como quiera. En la misma resolución se sostiene que el fundamento ideológico de este mandato es "La nueva ética socialista, el modelo productivo socialista, el desarrollo del país como potencia energética mundial, la nueva geopolítica internacional y la suprema felicidad social". Los voceros del gobierno pueden tratar de maquillar esta realidad como quieran, pero yo, como todas las madres prudentes de este país, me seguiré preguntando por qué le cambiaron a mi niño su banderita tricolor por una enseña de guerra.

Profa. Adriana Cabrera

Dpto. Filosofía y Letras

udistasns@gmail.com

http://udistasns.blogspot.com


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