lunes, 2 de mayo de 2011

EL PEINE MARKOVIANO





Viernes 18 de febrero de 2011 / p. 14

El PEI -Programa de Estímulo a la Investigación que sustituye al PPI o Programa de Promoción al Investigador es un sistema markoviano: azaroso y sin memoria, como el socialismo del siglo XXI.

El PEI no estimula la investigación científica, más bien la desaparece. Es un peine de Markov que algunos dejarán pasar sin remordimiento y hasta con irresponsable alegría. Tal vez el PEI estimule la innovación -como integración de capacidades múltiples- pero con tan mal diseño que genera muchas dudas. El gobierno está obligado a definir áreas prioritarias, pero no a coartar el desarrollo de la ciencia en todas sus vertientes. Craso error que sin duda pagaremos, pues fomenta la fuga de talentos y retrasa el desarrollo.

Abrir espacios para el reconocimiento social de la innovación, "borrando" el de la ciencia, evidencia el desconocimiento absoluto de las nuevas formas de generar conocimiento. Hoy día, insistir en la separación entre ciencia básica y aplicada es una necedad.

En el afán “random-delete, se violan los artículos 19, 23, 27 y 30 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 110 de la Constitución. Todos los científicos venezolanos tenemos derecho a trabajar y a investigar en el país, al protectorado y a ser parte del progreso científico. La ciencia y sus derivados -capacidad tecnológica e innovadora, así como sus aplicaciones- son de interés público. Buena parte de la comunidad científica ha sido desplazada de un plumazo inconstitucional.

A tanto descalabro se añade una remuneración ridícula, deliberadamente deteriorada. El PPI, el PEI y el bono alimenticio deberían formar parte del sueldo integral de cualquier profesor universitario que se dedique a la investigación. El argumento para participar en el PEI, así como en la convocatoria de proyectos LOCTI, no debe ser el congelado e insípido pescado en el que se nos convirtió el salario.

Seguramente el PPI tenía defectos, pero ¿esto justifica su desaparición? El PEI no los corrige sino que los incrementa geométricamente. Además, está muy mal diseñado en cuanto a criterios de evaluación y productos. Excitará la viveza criolla con sustento en la mediocridad y la corrupción. Si el PPI era “papirófilo” y “papirófago” a la vez, el PEI es coprófago. Los científicos productivos y dispuestos a dejarse pasar el peine markoviano no tendrán problema alguno. Pero gente bastante escasa de saberes -no de agallas- se escurrirá como la babosa guabina entre los enormes recursos previstos para la LOCTI-PEI. Pescar en río revuelto es desaconsejable, menos si se justifica en el cuero seco que nos dejaron junto al "cotón colgado en aquel semeruco donde salaban pescado".

Sin democracia participativa y protagónica, se violan los derechos de los científicos con premeditación y alevosía. El PPI sí fue un buen ejemplo de democracia protagónica y participativa. Así que el gobierno engaña, envilece y prostituye tratando de imponer su tabula rasa. Fomentar la participación en el PEI desde la universidad -cuya institucionalidad tratan de destruir- es tan inconsistente como la denominación de ciencia endógena, indígena, capitalista o socialista.

Procesos markovianos siguen su marcha y más de uno quiere su peine garapiño para salir de pesca.

Prof. Willians Barreto

Departamento de Física Universidad de Los Andes

wbarreto@ula.ve

udistasns@gmail.com

http://udistasns.blogspot.com

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